La Superintendencia Debe Priorizar Las Necesidades de los Estudiantes

Una de las decisiones más importantes que toma cualquier junta escolar es la elección de un superintendente, un proceso que la Junta de Educación del LAUSD está llevando a cabo ahora. La junta examinará a cada candidato a través de diferentes perspectivas: experiencia, estilo de liderazgo, personalidad y un conjunto de habilidades que pueda combatir los desafíos que enfrenta el segundo distrito más grande de la nación.

Sin embargo, uno de los criterios que la junta no debería usar es si un candidato apoya las escuelas autónomas  “chárter” o favorezca las del distrito. Encasillar a los candidatos como “a favor” o en “contra” con respecto a las escuelas chárter es perder de vista el objetivo máximo. Además de ser engañoso, ignora lo que todos concordamos debe ser la meta de cualquier superintendente: proporcionar a los estudiantes la mejor calidad de educación posible.

Cuando el debate se centra en qué tipo de escuela pública un educador favorece, implícitamente damos valor a lo que es bueno para la burocracia sobre lo que es bueno para los estudiantes. El miembro de la junta George McKenna lo dijo de esta manera en una reunión reciente sobre el tema: “Nuestra división más grande está en el asunto de las escuelas chárter, Esto nos está pesando.  ¿Creen ustedes que nuestro papel principal como miembros de esta junta es proteger y monitorear este distrito? o ¿será que fuimos electos para servir a todos los estudiantes? Eso sin importar el área donde se encuentren y si van a escuelas autónomas también.

Estamos completamente de acuerdo.

Durante el último año, hemos facilitado foros de enfoque comunitarios para conectar directamente con los padres de familia en todo Los Ángeles. En encuesta tras encuesta a lo largo de los cinco foros, desde el Valle de San Fernando hasta el sur de Los Ángeles, no hubo muchas personas que quisieran hablar sobre las diferencias entre las escuelas autónomas o chárter y las escuelas tradicionales del distrito.

Cuando realizamos un sondeo el verano pasado con la opinión de 800 votantes registrados en Los Ángeles, casi el 80% de las personas dijo que “cualquier padre con un hijo en una escuela de bajo rendimiento debería tener la opción de elegir una escuela pública autónoma de alta calidad en su vecindario”. La meta es clara: una educación excelente que les dé a sus hijos la oportunidad de un futuro estelar.

Los dos problemas más críticos que un nuevo superintendente debe navegar con visión clara y urgencia son:

  1. La crisis fiscal, principalmente impulsada por los incrementados costos de salud y pensiones
  2. Un plan claro para abordar el continuo bajo rendimiento

Sin duda, LAUSD no es el único distrito que navega por desafíos fiscales, pero los retos aquí son mayores, no solo por su magnitud, sino por las proporciones. El asunto en LAUSD es más grave, en parte porque a diferencia de otros distritos en el estado, no se ajustó a tiempo a la nueva realidad.

Para abordar el desafío del bajo rendimiento, el nuevo superintendente debe, con la misma urgencia y determinación, enfocarse en soluciones que tengan el mayor y más rápido impacto. Hay que abordar los remedios con una estrategia clara y transparente para que podamos enfocar nuestros esfuerzos al nivel del plantel.  Que cada intervención está arraigada en el entendimiento de los desafíos y oportunidades específicas de cada vecindario y que combine recursos con soluciones.

Si datos de rendimiento claros y fáciles de entender demuestran que los estudiantes se están quedando atrás, hay que tomar medidas inmediatas para determinar por qué y qué se debe cambiar, independientemente del tipo de escuela que enfrenta estos desafíos. Deben establecerse objetivos claros y plazos para la mejora. Si una escuela autónoma no atiende a sus estudiantes como debe ser, hay que cerrarla. Si una escuela del distrito, año tras año, no da la marca, hay que simplificar intervenciones que ayuden primeramente a los estudiantes. Si hay espacio en una escuela tradicional y una escuela autónoma cercana necesita expandirse, hay que proporcionar el espacio.

Si una escuela del distrito sobresale, hay que replicarla y darle más autonomía. Si un plantel necesita más maestros de alta calidad, hay que encontrar la manera de conseguir a los mejores candidatos, ya sea ofreciendo incentivos, o capacitación adicional. Hay que reclutar docentes con estrategias nuevas y creativas y asociarse con colegios y universidades para garantizar un flujo constante de maestros con talento que hayan pasado por lo mismo que los estudiantes a quienes sirven están pasando. Hay que ayudar a que las escuelas de bajo rendimiento aprendan de las escuelas de alto rendimiento, como se hizo en el foro de “Promising Practices” que Michelle King patrocinó la primera vez en su primer año como  superintendente.

Este tipo de difíciles y estratégicas decisiones no puede hacerse sin una guía, especialmente en una ciudad tan diversa como Los Ángeles. Esto significa que el nuevo superintendente necesitará un equipo de socios, tanto formales como informales, que proporcionen orientación sobre los impactos de la educación a toda la ciudad.

Crear una red de este tipo no es fácil, por eso creemos que el candidato adecuado debe estar familiarizado con Los Ángeles y que tenga un historial de éxito con  estudiantes latinos. Esto no significa que el próximo superintendente debe ser alguien “interno” en lugar de alguien “de fuera”, sino alguien quien conozca a Los Ángeles íntimamente  para arrancar con gran energía sabiendo que habrá que continuar buscando aliados y un construyendo consenso, sin perder la velocidad y urgencia de la labor en mano.

¿Será difícil encontrar estas cualidades en una sola persona? Indudablemente. Sin embargo, hay una cualidad que es fácil de exponer: La determinación de poner a los estudiantes encima de todo lo demás. Si se le pide su opinión a un candidato que busca ser superintendente acerca de las escuelas autónomas, su respuesta debe ser: “No me importa qué tipo de escuela sean, siempre y cuando los niños reciban una educación de calidad”. Cualquier otra respuesta es poner el sistema, dinero, o la burocracia primero. Creemos alguien que es pragmático, pero a la vez serio, apasionado pero analítico, que respeta lo que la buena burocracia puede lograr, pero siempre pone a los estudiantes sobre todas las cosas, es el líder educativo que los estudiantes de Los Ángeles se merecen.

Myrna Castrejón es la Directora Ejecutiva de Escuelas Públicas de Calidad Ya, una organización educativa sin fines de lucro.

William E.B. Siart es presidente de la junta de Escuelas Públicas de Calidad Ya así como el fundador de ExEd, una organización educativa sin fines de lucro.

Como originalmente publicado 2/25/18 en  LA School Report

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