La Ausencia de un Maestro No Debe Resultar en a la Pérdida de Tiempo de Instrucción

Hace un par de meses, decidí que era el momento de regresar a trabajar, en una posición formal,  en una escuela. Como he estado fuera del salón de clases por más de dos años, pensé que podía hacer mi camino de vuelta a través de la enseñanza como maestra sustituta. Después de decidir sobre mi próximo movimiento profesional, empecé a hacer mi propia investigación sobre consejos y estrategias para ser una maestra sustituta exitosa. Tenía ganas de entrar en un salón de clases, y usando los planes de lecciones preparados por los maestros, hacer un trabajo increíble con los estudiantes, ya que asumí que esto sería una gran manera de volver a mi “modo de maestra.” Si bien, mi idea era idealista, mis expectativas venían de mi propia experiencia como maestra y las notas que fueron dejadas por algunos de los maestros sustitutos que trabajaron en mi clase en un momento u otro.

Como maestra en dos escuelas charters, en las dos escuelas, era requerido que todos los maestros presentaran planes de estudio a fondo, al principio de cada semana, para asegurar de que cualquier maestro pudiera entrar a la clase y saber exactamente cuáles eran las expectativas de aprendizaje. Esto creó un sistema de rendición de cuentas al igual que también ayudó enormemente cuando los maestros estaban ausentes. Como la administración de la escuela nos proporcionó modelos de planificación de clase para sustitutos que exige una información detallada, con el fin de que el tiempo de instrucción no fuera usado en vano. En mi propia experiencia, cuando solicitaba tiempo libre, presentaba mis planes de lección la noche anterior, para que si acaso la escuela no podia contratar a un maestro sustituto, mis colegas estuvieran preparados para cubrir mi clase durante sus períodos de preparación. No puedo decir que cada sustituto siguió mis planes de lecciones al pie de la letra, pero el noventa por ciento de las veces, pude regresar a mi clase para encontrarme con notas positivas con respecto a mi clase. Sí, mis estudiantes eran de buen comportamiento, pero esto no se debía a que eran diferentes a los típicos estudiantes de la escuela secundaria: ellos estaban comprometidos y una vez recibían expectativas claras, ellos sabían exactamente qué hacer. Los sustitutos también me dejaron saber que cuando dejaba las expectativas de aprendizaje claras, era más fácil mantener a los estudiantes responsables de su propio aprendizaje también.

Comparto mi experiencia porque todo el concepto de planes de lecciones ha sido un tema controversial consistentemente cuando discuto el rol de un sustituto con colegas. La verdad es que, de todos los colegas que conozco que han experimentado con ser sustitutos en escuelas públicas, ninguno ha compartido conmigo que el maestro, al cual fueron a sustituir, dejo planes de lecciones detalladas. Me pareció que esto era increíble, así que empecé a preguntarle a colegas que habían estado trabajando como maestros en las escuelas públicas durante años acerca de las expectativas y los requisitos relativos a estar ausente y la presentación de los planes de lecciones. En general, ellos me dieron a entender que en ningún momento fueron “requeridos” a presentar ningún plan de lecciones. Aun cuando la escuela les pedía a los maestros que dejaron al menos una asignación para los estudiantes, no había ningún criterio o lista de previstos para garantizar que los planes de lecciones fueran en realidad creados. Le pregunté a un amigo cercano, que ha estado sustituyendo un par de meses, sobre su experiencia con los planes que los maestros dejan en su ausencia, y me confirmó lo mismo que estaba escuchando de los propios maestros: planes para sustitutos no siempre se quedan atrás y ya que no había real requisito, algunos maestros dejaban notas escritas a mano sencillas con trabajo para mantener a los estudiantes ocupados y otros no dejaban nada en absoluto. Además, dado que los planes de lecciones y planes de unidad no estaban requeridos a ser presentados antes de tiempo, el no tenía acceso a ellos asi que no podia ni siquiera tratar y planificar su propias asignaciones que se alinean con el plan de unidad. El solo era responsable de mantener a la clase ocupada sin ninguna expectativa para tratar de involucrar a los estudiantes en su área de contenido. Por desgracia, otros amigos que también han servido como maestros sustitutos confirmaron su experiencia como similar a la suya.

Tan absurdo como suena todo esto, esta es la realidad que sucede en muchas clases. Como maestra, estoy decepcionada de que los planes de lecciones no son realmente necesarios y requeridos en todas las escuelas. Por otra parte, estoy triste al darme cuenta de que muchos de nuestros estudiantes pierden el tiempo cuando los maestros están ausentes. No espero que todos los maestros tengan asistencia perfecta, pero ¿no tendría sentido tener un plan para que los estudiantes continúen su aprendizaje y no queden atrás, independientemente de si el maestro está ahí o no?

Comparto esta información sobre la falta de planes de lecciones para maestros sustitutos porque creo que hay un poder en el conocimiento. Si más padres exigieran un sistema de rendición de cuentas para el aprendizaje de sus estudiantes, maestros ausentes no pondrían en peligro el progreso del estudiante. Aún queda mucho por hacer para proporcionar capacitación a maestros sustitutos sin experiencia y oportunidades de crecimiento también. Un comienzo lógico sería que las escuelas requieren que los maestros sustitutos sean proporcionados planes de lecciones a seguir para que no se les de la responsabilidad de simplemente ser “niñeros” de los estudiantes, mientras estudiantes pierden el tiempo con trabajo que solo sirve para mantenerlos ocupados.  Nuestros estudiantes merecen más. Yo sé que el establecimiento de expectativas claras funciona – esto es un hecho cuando se trabaja con los estudiantes y adultos. ¿Por qué no esperar más de todos?

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Alma Renteria

Alma Renteria

Alma-Delia Renteria is a proud product of Lynwood schools. After graduating UC Riverside, with a B.A. in English and a year earlier than anticipated, she decided to commit her “gap year” to City Year. After City Year Los Angeles, Alma went on to purse a teaching career with Teach For America Los Angeles. Upon joining TFA, Alma began her education career as a middle school teacher. It was while teaching that she realized the need to do her part to help serve the community she grew up in and decided to run for office, getting elected to the Lynwood School Board at only 23 years old. Alma completed her first Master’s degree in Urban Education at Loyola Marymount University and a 2nd Masters in Educational Leadership along with her Admin Credential at Concordia University. She was appointed by the Speaker to the Instructional Quality Commission and re-elected to the Lynwood School Board in 2018. She currently serves as the Principal at a local elementary school in Pico Rivera, where she hopes to demonstrate that magic is possible when thee right people are given opportunities to lead.

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