Permítanme aclarar esto. Yo puedo recibir una carta de la escuela de mi hijo etiquetando me como un “padre disruptivo”? Una carta a los padres llamando les disruptivo, es exactamente como suena. Pero, ¿qué significa eso?¿Puedo emitir a la misma vez ese tipo de carta a la escuela o a el maestro de mi hijo? ¿Qué determina el placer de recibir una de estas cartas? Ahí es donde se pone un poco pegajoso. En un artículo publicado en el Informe de LA Escuela, Christopher Ortiz, director de Operaciones de la escuela, dijo que el distrito tiene el derecho legal para emitir las cartas si al el padre no se le imponen los derechos educativos y han sido perjudicial, como gritar declaraciones obscenas en la escuela. Las razones por la cual uno recibe una de estas cartas está abierto a la interpretación. Puede ser recibidas más o menos por cualquier motivo el distrito considere oportuno, o ve por ser razonable. Un montón de espacio para la interpretación, dándoles un montón de espacio de procedemento. También ha habido varios padres y grupos de padres preocupados por el mal uso de la emisión de estas “cartas a los padres disruptivos”. De acuerdo con el artículo, varios padres creen que las cartas están siendo utilizadas como una manera de suprimir a los padres que son vocales, y a causa de estas cartas, ahora se ha creado un ambiente donde los padres no se sienten bienvenidos en la escuela de sus hijos. Como resultado, ahora los padres van a las escuelas Charter donde no hay una amenaza de ser etiquetado como “disruptivo”, y estas escuelas trabajan activamente con los padres para producir resultados.Como padre, sólo podía imaginar el clima que este tipo de carta crearían en el las escuelas. Si yo soy un “padre disruptivo,” ser etiquetado como tal sólo me agitar aún más. ¿Cómo es esto una solución?
Recientemente envié un correo electrónico fuertemente escrito a los maestros de mi hija, que estaba trabajando en un proyecto con un grupo y no recibió la calificación que esperábamos, y tampoco se le presentó la rúbrica de clasificación de inmediato no sabiendo lo que hizo mal y áreas de mejora. Este fue un proyecto que vi a mi pequeña escolar trabajar con avidez, y yo estaba molesta cuando mi hija recibió la calificación más baja. Ya está lista para quitarme las arracadas. Esta razón sola podría haber sido suficiente para ser etiquetada como padre disruptiva si había estado en el LAUSD. En lugar de recibir una de estas cartas, sus maestros se reunieron conmigo unos días más tarde. Esto me dio tiempo para calmarme. Nos juntamos, explicaron la rúbrica y por qué recibió el grado que recibió. Las rúbricas no fueron entregadas de inmediato porque la calificación fue acumulativa y otros componentes para la evaluación se tenían que considerar. Se resolvió la situación y trabajamos juntos. Si hubiera recibido una carta diciéndome que yo era “disruptiva”, sólo me hubiera agitado más, y lo último que hubiera querido es colaborar con los maestros de mi hija. Fue una experiencia de aprendizaje para todos nosotros.
Si un padre recibe una de estas cartas “disruptivas”, no existe un proceso de apelación, y los padres pueden sentirse despojados de sus derechos. Esta carta sofocante puede desalentar la participación de los padres.
Esto es un reflejo del estado de nuestro sistema de justicia criminal. Donde los pobres y sin voz son marginados y silenciados más, y no se cuestiona el “castigo” de padres. Hay más policía en los escuelas que consejeros. Se obtiene el mensaje alto y claro LAUSD, y no estamos de acuerdo. Las similaridades entre nuestras escuelas y el sistema penal necesitan que terminar. Nuestras escuelas no pueden ser un espejo de ese sistema. LAUSD, lo estás haciendo mal. Así que aquí están algunas recomendaciones:
- Debe haber directivas específicas dadas a los padres
- un proceso de apelación o proceso de audiencia manejado por una parte neutral
- Un proceso de quejas para los miembros del personal que tratan a los padres irrespetuosamente.
Lily Gonzalez
She is a recent cancer survivor and through some years of adversity has risen above all her recent challenges. Lily is a Homeboy Industries graduate and full-time student at California State University, Northridge. She has continued to live her life in South Los Angeles with her two children. She works to show her children that anything can be done with hard work, determination and perseverance even in the face of unimaginable challenges. Her daughter is in a Charter School and she is working to find the right Preschool program for her youngest child.
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