Reclutamiento Intencional de Maestros es una Necesidad

“Para estos jóvenes afroamericanos, ir a la escuela y ver un hombre que se parecía a ellos en una posición de liderazgo, honor, y, respeto hizo una impresión de gran alcance. Sólo por hacer su trabajo, mi padre se convirtió en un modelo ejemplar. “- Shannon Shelton Miller escribiendo para The Washington post.

No hace mucho tiempo, me encontré navegando a través de The Washington post y encontré un artículo que me ayudó a resumir todo lo que estaba sintiendo. Se me acababa de presentar la oportunidad de unirme a Teach For America como Gerente de Reclutamiento y estaba más que emocionada de salir y reclutar a aspirantes maestros de color que se colocarían en las comunidades con estudiantes de color. Por desgracia, no era el tiempo adecuado y no pude ser parte del equipo, pero no podía quitarme de encima la sensación de que tal vez la persona que terminaría tomando el trabajo no valoraría el reclutamiento intencional de maestros en la forma en la cual yo lo valoraba.

Como una maestra de primer año con Teach For America en 2012, me mandaron a servir una clase del séptimo grado en la comunidad de MacArthur Park, en el centro de Los Ángeles, en una escuela charter. Mi primera semana fue un infierno. Yo no estaba preparada para las realidades que algunos de mis estudiantes estaban experimentando, y yo estaba constantemente acosada por muchos de mis estudiantes que pensaban que me podían ahuyentar con asustarme a medida como lo habían hecho con su último maestro durante el sexto grado. Ni siquiera podía sostener su agresión contra ellos – ellos habían sido abandonados antes, así que ¿por qué se esperaba que yo fuera diferente? La diferencia era que el maestro que abandonó mis estudiantes fue también un nuevo maestro, que por desgracia tenía muy poca relación con la comunidad. No puedo culparlo, era un trabajo duro. Pero abandonar una cohorte de estudiantes brillantes? Se podría haber esperado.

Tenía 100% de estudiantes latinos en mi clase mi primer año de enseñanza. Me parecía a ellos, y crecí en una familia muy similar a la de ellos. Sus padres me trataron como si yo era igual que ellos y después de probarme a mí misma a través de todo un mes de “intimidación”,  gane su respeto.

Jocelyne, una de las líderes en el grupo de estudiantes que hicieron una apuesta para ver cuándo dejaría el trabajo, terminó siendo mi aprendiz para el final del año. Recuerdo haberla llevado a una manifestación local de educación un día, y, hablando con ella acerca de la importancia de abogar siempre por sí misma, y, exigir una educación de calidad, y por primera vez, me dijo que quería crecer y ser como yo. Tal vez Jocelyne lo dijo como un elogio, pero yo lo tomé como una responsabilidad. Fue en ese momento que mi vida se completó, pero también experimente de primera mano por qué el haber sido colocada en “SU” escuela durante este tiempo estaba destinado a ser.

Al crecer, tuve muchos profesores que admire, así, y mientras yo no era la estudiante más tranquila en la clase, fueron los maestros a la cual les di los momentos más difíciles que llegue a querer más. Fueron los maestros que se miraban como yo, a los que me sentí más cerca, porque me hicieron creer que podía estar en sus posiciones un día y que yo también podría tener éxito y dar vuelta en la forma en que lo hicieron ellos.

Estos maestros fueron las razones por las que quería ser una maestra.

Mientras mi primer grupo de estudiantes me desafió como ningún otro, ellos también fueron los que me enseñaron la mayoría sobre el valor y el poder de ser un modelo a seguir. Mis estudiantes siguen teniendome de su lado, pero sé que no todos los estudiantes llegan a experimentar esto con sus profesores. Tal vez, el reclutamiento intencional de maestros es la clave. En medio de una escasez de maestros, ¿por qué no salir a las comunidades y buscar líderes comunitarios y defensores y captar su interés para servir a los estudiantes? Entrenarlos y enseñarles a compartir sus conocimientos y sabiduría a nuestras nuevas generaciones. Debemos ser más intencional en el reclutamiento de personas para entrar en la profesión de la enseñanza, porque hay muchos estudiantes como Jocelyne en nuestras escuelas que están esperando encontrar a alguien, a quien ellos puedan admirar.

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Alma Renteria

Alma-Delia Renteria is a proud product of Lynwood schools. After graduating UC Riverside, with a B.A. in English and a year earlier than anticipated, she decided to commit her “gap year” to City Year. After City Year Los Angeles, Alma went on to purse a teaching career with Teach For America Los Angeles. Upon joining TFA, Alma began her education career as a middle school teacher. It was while teaching that she realized the need to do her part to help serve the community she grew up in and decided to run for office, getting elected to the Lynwood School Board at only 23 years old. Alma completed her first Master’s degree in Urban Education at Loyola Marymount University and a 2nd Masters in Educational Leadership along with her Admin Credential at Concordia University. She was appointed by the Speaker to the Instructional Quality Commission and re-elected to the Lynwood School Board in 2018. She currently serves as the Principal at a local elementary school in Pico Rivera, where she hopes to demonstrate that magic is possible when thee right people are given opportunities to lead.

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