Como la fecha de la mudanza a la universidad se acerca de forma rápida, mi hija y yo seguimos viendo la lista de cosas para su dormitorio diariamente y también preparándonos para este hito emocionante. Antes de empezar las compras y preparación, ambas asistimos a la Orientación Frosh hace aproximadamente un mes. Una vez que la orientación de dos días termino, mi hija y yo volvimos a casa con un plan para moverse a la universidad y más importantes con ideas sobre cómo iba a ser capaz de apoyarla en el primer semestre de la universidad. Realmente me puso poco más tranquila, y valió la pena las cinco horas de camino en coche, estancia y los honorarios pagados del hotel.
La orientación se dividió en segmentos donde los estudiantes entraron en grupos por su cuenta y conocieron a otros estudiantes de nuevo ingreso. Durante esos segmentos, los padres eran capaces de participar con el personal y hacer preguntas en cada sesión, conocer asistir a los estudiantes que compartieron su experiencia de primer año, hablar con padres que tenían los mismos temores que yo, y también con los padres que ya habían experimentado esto antes. Todos los segmentos fueron imforatorios de una manera u otra.
Por desgracia, no todos los padres no tuvieron la misma experiencia, y puedo decir esto de primera mano después de conocer a Héctor al principio del segundo dia. Héctor era un padre que tambien manejo cinco horas en coche desde Commerce, CA a San Jose, CA con su hija. Se tomó unos días libres de trabajo y tuvo que venir solo porque su esposa acababa de comenzar un nuevo trabajo y no podía tomarse el día libre. Su hija es una estudiante universitario de primera generación. Hector sólo habla y entiende español. Se acercó a mí y me preguntó si hablaba español, y le confirme que se lo hablaba. Rápidamente me di cuenta de que había estado presente y a lado de todas las conversaciones de los padres, consejos, consejos e información útil sin entender por durante las sesiones no había traductores. Él le preguntó si podía unirse a mí para el resto del día para que yo le pudiera traducir, le dije que lo haría con gusto y también le informé que yo había tomado un montón de notas del día anterior, y también podía compartirlas con el. Al final del día, expresó su gratitud con los ojos llorosos-.
Esa noche, pensé en él y cómo me habría sentido si yo hubiera sido él, enviando a mi hija a la universidad sin saber mucho acerca de los recursos, el apoyo, los reglamentos, los planes de comida, la seguridad, servicios de salud, vida del dormitorio, programas, actividades, y los derechos educativos de la familia y la Ley de privacidad (FERPA).Me hizo muy triste. Pero después de sentirme triste, yo estaba molesta!
Orientaciones para padres pueden costar entre $ 80- $ 150 para asistir, y esto no incluye el viaje y el tiempo fuera de trabajo. Para asistir a algo que no puede entender y participar en es especialmente frustrante para los padres como Héctor que desean participar pero no hablan Inglés.
Algunas escuelas han tenido la orientación bilingüe como la Universidad Estatal de California en Los Ángeles. Otros han comenzado recientemente orientaciones para padres bilingües, como la Universidad Estatal de Sonoma, y otras, como Cal State Long Beach tienen sesiones sólo en determinados días. Todos los colegios y las universidades deben ser capaces de proporcionar un traductor o sesiones en otros idiomas como una práctica estándar en un día cualquiera, especialmente si tienen estudiantes de familias de inmigrantes. La información compartida en la orientación es extremadamente valiosa, y todos los padres y cuidadores deben ser capaces de entender lo que está pasando al tiempo que su estudiante se embarca en la experiencia universitaria.