Anime a Sus Hijos que Vuelen!

A menudo comienzo un taller para padres con una simple pregunta: “¿Por qué quiere que su hijo vaya a la universidad” Las respuestas más populares son “para que tengan una mejor vida” y “para que tengan más oportunidades.” Es la última respuesta que siempre me llama la atención. Cuando se habla de cómo se ven las oportunidades, normalmente terminan discutiendo puestos de trabajo, el dinero y una red fuerte. Aún así, nunca ha mencionado uno de los padres una oportunidad que muy a menudo es pasada por alto: exposición yendo fuera del estado para la universidad.

Mientras, apoyo cualquier forma de educación superior (siempre y cuando no sea en una institución “con fines de lucro”), sí, quiero destacar las razones por cual la opción de irse fuera del estado debe ser explorado y alentarse un poco más. Hay mucho que ver en el mundo para limitar simplemente a nuestros hijos a California.

Conocí a Karen, una estudiante en su último año en la preparatoria, en Mayo de 2015. No tuvo un promedio de 4.0 o una puntuación perfecta, pero tenía algo que la distinguía: una devoción para tener éxito y una ética de trabajo admirable. Ella también tuvo el apoyo de su familia, que la animaron a aplicar a todos los colegios de su lista. A decir verdad, ella hizo mi trabajo fácil, como marcarla vino natural, dando su personalidad y su compromiso de mantenerse al tanto de todo.

Fue en la primavera, sin embargo, que nos encontramos ante un dilema. Ella había recibido varias ofertas de la universidad, pero estaba teniendo un tiempo difícil, decidiendo entre sus dos principales escuelas: UC Santa Bárbara y la Universidad George Washington (DC). Gracias a paquetes generosos de ayuda financiera, las dos escuelas proporcionaban la suficiente ayuda financiera para cubrir sus gastos. Yo supuse que esto sería suficiente para hacer la decisión y tomar la oferta de GW, ya que sabía de primera mano el tipo de exposición que recibiría por asistir a una institución privada, pero estaba equivocada. Mientras que sus padres habían sido un gran apoyo en el proceso de solicitud, nunca habían discutido la posibilidad de que ella, saliera a la universidad fuera del estado. Ellos la apoyaron, pero nunca se sentaron a animarla a volar, y romper su zona de confort.

Durante semanas, discutimos las oportunidades disponibles en ambas escuelas. Una vez que llegó el verano, yo tuve que enfrentar el hecho de que Karen probablemente acabaría rechazando su oferta de GW. Ella nunca había visitado la escuela, y viendo que sus padres no estaban de acuerdo en que ella, dejara California, se sentía perdida. Yo no podía dejar de lado el hecho de que yo sabía que iba a terminar lamentando dejar ir una oportunidad tan increíble, así que, hice lo que pude y convencí a sus padres que me dejaran llevarla a visitar el campo antes de tomar una decisión final.

Visitar el campo hizo toda la diferencia para Karen. Mientras yendo a través del país era una circunstancia de la realidad que estaría lejos de casa, caminando por las calles de lo que podría ser su próxima casa, le dio la oportunidad de experimentar el ambiente de GW por sí misma. Ella inmediatamente se adaptó. Como abogada aspirante y una defensora de las comunidades con poca representación, el estar dos cuadras de la Casa Blanca se sintió surrealista, y de repente todos sus sueños se sentían más alcanzables.

Karen oficialmente se registró para las clases hace una semana. Ella se dirige a GW la próxima semana, y está comenzando un nuevo capítulo en su vida. Sus padres aceptaron el hecho de que, la red que podría proporcionar GW y las oportunidades disponibles eran demasiadas como para dejarlas pasar y ahora están más que emocionados de ver a su hija extender sus alas.

Mientras que la historia de Karen tuvo un final feliz, ella es sólo una de los pocos estudiantes que tomaron ese acto de fe. Sólo este año, tuve más de diez estudiantes que pasaron ofertas increíbles de escuelas fuera del estado. Aunque yo hubiera preferido que sus decisiones se hubieran basado en factores fuera de su control (ayuda financiera), la mayoría de ellos decidieron quedarse a causa de sus padres. Aunque sé que encontrarán su propio camino muy pronto, no puedo evitar desear que sus padres hubieran sido más abiertos a dejarlos ir. Sus niños merecen la oportunidad de ver el mundo. Anime a sus hijos a aprovechar las oportunidades que este país tiene que ofrecer más allá, del estado en que usted vive, y ayudarles a cosechar el fruto de sus sacrificios.

Es tiempo que hagamos que se vayan fuera del estado, una parte normal de nuestras discusiones de la universidad.

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Alma Renteria

Alma-Delia Renteria is a proud product of Lynwood schools. After graduating UC Riverside, with a B.A. in English and a year earlier than anticipated, she decided to commit her “gap year” to City Year. After City Year Los Angeles, Alma went on to purse a teaching career with Teach For America Los Angeles. Upon joining TFA, Alma began her education career as a middle school teacher. It was while teaching that she realized the need to do her part to help serve the community she grew up in and decided to run for office, getting elected to the Lynwood School Board at only 23 years old. Alma completed her first Master’s degree in Urban Education at Loyola Marymount University and a 2nd Masters in Educational Leadership along with her Admin Credential at Concordia University. She was appointed by the Speaker to the Instructional Quality Commission and re-elected to the Lynwood School Board in 2018. She currently serves as the Principal at a local elementary school in Pico Rivera, where she hopes to demonstrate that magic is possible when thee right people are given opportunities to lead.

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