Siempre que hablamos de la universidad, con los estudiantes, más específicamente los estudiantes de secundaria y los estudiantes de primer año en la preparatoria, tenemos la tendencia de planificar siempre alrededor del plan “4 + 4.” El plan se refiere a un plan maestro de dos partes. La primera parte consiste en la selección estratégica de las clases y la creación de un programa para los cuatro años de la escuela preparatoria que preparara a los estudiantes para que estén listos para la universidad y sean competitivos. La segunda parte requiere la misma planificación estratégica para asegurar que los estudiantes estén preparados para tener éxito en la universidad mediante la selección de las clases que cumplirán con las principales necesidades de él o ella, junto con los requisitos de educación general, que planeados a cabo correctamente, se asegurará de que un estudiante se gradúe en un promedio de cuatro años . Mientras que la base de este plan, no siempre se ejecuta completamente (esto tiene que ver más con la falta de recursos en las escuelas públicas, con un 500: 1, proporción de consejero a estudiantes), si da luz la importancia de planificar el futuro.
Mientras estaba sentada con mi hermano pequeño, para planificar sus últimos dos años de preparatoria, no podía evitar preguntarme por qué no hablamos más acerca de cómo usar lo que sabemos, en lugar de preparar a nuestros estudiantes a tener éxito con el plan 4 + 3. Este plan se refiere a la utilización de los cuatro años en la escuela preparatoria para cumplir con los requisitos para graduarse de la preparatoria, mientras que al mismo tiempo están inscritos en un colegio comunitario para salir adelante. La mayoría de las personas lo llaman doble inscripción- yo lo llamo “preparándose para terminar en 3.” También lo llamo “trabajando ahora para ahorrar tiempo / dinero en el futuro.”
Entré, a la universidad con más de cuarenta créditos unitarios. Estos créditos fueron obtenidos a través de dos métodos diferentes: crédito de prueba AP y clases de la universidad de la comunidad. Tomé mi primer curso en el colegio de la comunidad como un estudiante de primer año en la preparatoria. Estaba dispuesta a hacer que la escuela preparatoria fuera una experiencia divertida, así que elegí unirme a ASB. Mientras que esto significaba que tenía una clase dedicada a la organización de eventos para la escuela, también significaba que no iba a recibir el crédito para una de mis clases de artes escénicas requeridas (que era la clase que había intercambiado por ASB). Para permitir que tuviera las dos, mi madre me inscribió en la universidad local, donde tomé Historia de Arte por el semestre. Todos los Sábados, pasé mis días de aprendizaje en un curso de nivel universitario, exponiéndome al mundo de la universidad. La clase me permitió adquirir experiencia y visualizarme a mí misma en un campo universitario, pero lo más importante, es, que me permitió recibir doble crédito. Esto significaba, que era capaz de recibir unidades en la universidad para el curso, y el crédito para requisito de la escuela preparatoria de, al menos, un año de artes escénicas. Cada año después de eso, me aseguré de inscribirme en al menos, un curso en la universidad fuera de mi horario regular. Yo, fui capaz no sólo de mantener mi “plan inicial de 4 años”, sino también yo pude agregarle, cumpliendo, lentamente, algunos de los requisitos previos de mi plan a la universidad; esto permitió que me hiciera cargo de todo un año de la universidad, mientras estaba en la escuela preparatoria.
En 2011, me gradué con mi licenciatura. Yo fui la primera en mi familia, en graduarse de una institución universitaria y, también la primera de mis amigos de graduarse en tres años. Mientras que muchos de mis propios compañeros cuestionaron cómo fui capaz de terminar tan pronto, la verdad es que no había ningún secreto: todo lo que tomó fue planificacion.
Gracias a graduarme un año antes, me ahorre más de $25,000 en la matrícula, alojamiento y comida, y me proporcioné a mí, misma, una serie de oportunidades para trabajar en el campo de mi interés, como mi cuarto año, se utilizó para adquirir experiencia laboral.
Yo abogo para proporcionar a los estudiantes toda la orientación, el apoyo y los recursos necesarios para asegurar que están configuradas para tener éxito en la universidad. Dadas nuestras tasas de graduación de la universidad actual, cuatro años es considerado éxito. Sin embargo, no puedo dejar de desafiar a todos, a pensar de manera diferente, para planificar el futuro. El tiempo es dinero, y mientras que la experiencia de la universidad es valiosa, la cantidad de tiempo que pasamos allí, no es tan importante como la forma en como uno, utiliza el tiempo, para adquirir experiencia y crear memorias.
Graduarse en tres años no debe ser una excepción. Vamos a trabajar para que al menos, lo agamos una opción personal. Vamos a trabajar para reformar la manera en que aconsejamos a los estudiantes y vamos ayudar acunar el “plan de 4 + 3”.
Alma Renteria
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