Cuando me preguntan qué es lo que más extraño de mis días en el salón como maestra, se me dificulta escoger entre dos memorias específicas: mis días como maestra de La Consejería Nacional de Servicios de Aprendizaje La Raza, y la horas innumerables pasadas hablando sobre la equidad educativa con mis estudiantes. Aunque mis estudiantes en ese tiempo estaban en los grados del sexto al octavo, sus opiniones y pensamientos siempre fueron llenos de pasión y experiencia, cuales por medio de los narrativos personales de su vida, les permitía llegar a sus propias conclusiones del mundo a su alrededor.

Durante mi primer año como maestra, fui presentada con la oportunidad de recibir desarrollo profesional de la Consejería Nacional de La Raza (NCLR), por medio de su programa “CASA” (Cultura, Aprendizaje, Servicio, Acción), un servicio de aprendizaje con enfoque en los estudiantes de los grados medios (6-8).  “La meta de “CASA” es el desarrollo de aprendizaje académico por medio de un contexto, en el cual se comunica con los estudiantes de manera que incorpora los antecedentes culturales y lingüísticos de ellos. Los participantes adquieren las habilidades requeridas para enfrentar las necesidades en las comunidades latinas, por medio de servicio voluntario y otras experiencias de aprendizaje”. Como parte del cohorte educativo de NCLR, fui expuesta a la multitud de oportunidades que tenemos como educadores, cuales nos ayudan a promover las voces de los estudiantes, y crear oportunidades en las cuales ellos pueden usar su sabiduría y experiencias como manera en preparación para tomar acción civil en su comunidad.   

Durante mi primer año con NCLR, mis colegas y yo desarrollamos un currículo que se enfocó en la equidad educativa, mientras ayudando a los estudiantes a crear campañas guiadas por ellos mismos, para recaudar fondos cuales su uso fue aplicado a recursos y oportunidades cuales ellos consideraban importantes en su experiencia educativa. Ser testigo al momento en cual los alumnos de séptimo grado tomaron control completo de su educación, fue uno de los momentos más impactantes de mi vida. Lo que aún me sorprendió todavía más fue ver el deseo que tenían mis estudiantes de hacer una diferencia y ser escuchados en su comunidad. Sin darse cuenta, este proyecto inspiró a muchos estudiantes a apoyar el cambio positivo a sus alrededores – incluso varios de ellos me ayudaron en mi campaña. Todo esto pasó porque ellos sentían que eran importantes y sus voces eran escuchadas.

Ahora que la elección presidencial se acerca, me llegan momentos de nostalgia y extraño mis días en el salón de clase. Me pongo a imaginar sobre todas las conversaciones que podríamos tener sobre diferentes temas importantes, como la educación, reforma de justicia criminal, y todas las ideas y soluciones que vendrían de los estudiantes cuales ayudarían a resolver este sistema tan complicado que hemos creado como adultos. Hay tanto que nuestros estudiantes pueden ofrecer, pero desafortunadamente no hay las suficientes oportunidades en las cuales puedan ser escuchados por el público.

Hoy, les urjo que apoyen a los estudiantes jóvenes que frecuentan y conocen. Háganles preguntas que provoquen respuestas analíticas. Probablemente ellos nos sorprenderán con todo lo que tienen que opinar. Si usted es educador, permita espacio en su clase para que los estudiantes puedan dialogar sobre temas que son importantes para ellos en el mundo de hoy. Si no saben por dónde empezar, empiecen por aquí. Newsela es un recurso maravilloso que provee artículos que son aptos para los estudiantes, basados en eventos recientes.

Entre más temprano comiencen a apoyar a nuestros estudiantes a que sean miembros activos de nuestra comunidad, más va a ser el impacto que ellos puedan hacer en su comunidad. Tenemos que movilizar a nuestros jóvenes quienes son los futuros líderes de nuestras comunidades, y quienes saben por experiencia que el sistema no siempre está de su lado. Escuchemoslos, y quizás podremos encontrar las soluciones que parece que los adultos no pueden encontrar.

Amigos, no se les olvide estar preparados; puede ser que sean completa e inesperadamente impactados por todo lo que tienen que ofrecer los jóvenes.

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Alma Renteria

Alma-Delia Renteria is a proud product of Lynwood schools. After graduating UC Riverside, with a B.A. in English and a year earlier than anticipated, she decided to commit her “gap year” to City Year. After City Year Los Angeles, Alma went on to purse a teaching career with Teach For America Los Angeles. Upon joining TFA, Alma began her education career as a middle school teacher. It was while teaching that she realized the need to do her part to help serve the community she grew up in and decided to run for office, getting elected to the Lynwood School Board at only 23 years old. Alma completed her first Master’s degree in Urban Education at Loyola Marymount University and a 2nd Masters in Educational Leadership along with her Admin Credential at Concordia University. She was appointed by the Speaker to the Instructional Quality Commission and re-elected to the Lynwood School Board in 2018. She currently serves as the Principal at a local elementary school in Pico Rivera, where she hopes to demonstrate that magic is possible when thee right people are given opportunities to lead.

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