Nacida en Ensenada, Baja California, México, Daniela Elguea llegó a los EE.UU. como una niña de cinco años, y creció en el Este de Los Ángeles, asistiendo a las escuelas del LAUSD. Ella no hablaba Inglés cuando llegó a los EE.UU., pero en el momento en que llegó a la escuela preparatoria, estaba haciendo muy bien en Wilson High School, en El Sereno. Ella participó en el equipo de perforación, actividades extracurriculares, y participó en el programa AVID.
En Wilson High School, Daniela conoció a su consejera, Sra. Lam, que la ayudó a cambiar el curso de su vida. Mientras que los padres de Daniela querían que asistiera a la universidad, no sabían mucho sobre el proceso de solicitud, por lo que tuvo que depender de su consejera para ayudar a guiarla. Daniela se ofreció como estudiante de servicio para la Sra Lam, y trabajó en estrecha colaboración, con la oficina de orientación como un estudiante de preparatoria, y al momento, se dio cuenta de lo mucho que le gustaba trabajar con otros estudiantes. Ella se gravito hacia los estudiantes del idioma inglés (ELL) porque podía identificarse con las luchas de esos estudiantes.
“Me metí en el asesoramiento debido a la experiencia con la Sra Lam, y en ese momento, pensé que iba a trabajar con ELL estudiantes “, dijo Daniela.
Debido a que Wilson, es una escuela preparatoria pública grande, Daniela sintió que tenía que valerse por sí misma, cuando llegó el momento de aplicar a la universidad. Así que ella se basó en la Sra. Lam, y el centro de colegio para ayudar en el proceso de solicitud. Daniela fue la primera entre sus amigos para ir a la universidad, hasta que el resto del grupo de compañeros la alcanzaron.
Daniela acredita a la Sra. Lam, y al coordinador de AVID, en Wilson High School, por empujarla para aplicar a la universidad. Encontró su camino a la Universidad Estatal de California, Northridge, y estudió los estudios de asesoramiento y estudios chicanos. Cuando se acercó a la graduación de la universidad, regresó a Wilson para trabajar con la Sra. Lam, en el asesoramiento para satisfacer su necesidad de horas. Le encantó la experiencia, y la Sra. Lam, animó a Daniela, a volver y ganar un título de maestría en el programa de liderazgo de orientación escolar, en la Universidad Estatal de California, Los Angeles. Este título la prepararía para ser una consejera escolar. Antes de completar su maestría, Daniela regresó de nuevo a Wilson High School para ganar más horas de servicio trabajando con la Sra. Lam.
La Sra. Lam fue un mentor fuerte para Daniela, siempre informando la acerca de los recursos y oportunidades de empleo. Aparte de sus padres, Daniela acredita a la Sra. Lam y el coordinador de AVID, que ella tenía en Wilson como un estudiante de preparatoria por empujarla a través del proceso educativo en su pre y post grado de educación
“En términos de logística y llegar a la universidad, la Sra. Lam, y mi coordinador de AVID, fueron muy instrumental para mí “, dijo Daniela.
La experiencia profesional de Daniela, implica trabajar como una consejera de la escuela primaria, una consejera de la escuela secundaria, una clínica de salud mental en el Sur de Los Ángeles, y ahora trabaja en Alliance Environmental Science and Technology High School en Los Ángeles, que es una escuela Charter. Ella trabajó en algunos entornos difíciles, antes de llegar a Alliance, pero en la actualidad, ella está guiando a los estudiantes de la escuela preparatoria a través del proceso de solicitud de la universidad.
“Con muchos de mis estudiantes, siento que me puedo identificar con ellos, y compartir mis experiencias. Comparto mi historia acerca de ser una estudiante universitaria de primer generación, y les digo a mis alumnos que si yo puedo hacerlo, ellos también pueden hacerlo,” dijo Daniela.
Alliance Environmental Science and Technology High School, es un buen ajuste para Daniela, porque ella tiene apoyo en su trabajo y le toca trabajar con los estudiantes en sus metas académicas, así como sus necesidades personales, sociales y emocionales. Una gran parte de su tiempo en el trabajo se pasa con los estudiantes que están en su último año de preparatoria preparándose para salir a la universidad.
Por ahora, Daniela se ve a sí misma, permaneciendo en el ámbito de asesoramiento. Ella no está interesada en ascender en la administración u otro papel en la educación.
“Soy una educadora en el corazón. No quiero ser una administradora. Como consejera, siento que puedo impactar a los estudiantes de cerca, así que por ahora, no tengo el deseo de hacer otra cosa, más que el asesoramiento “, dijo Daniela.
Por su cuidado y dedicación a sus estudiantes, honramos a Daniela como una luchadora.
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