Imagínese una escuela que tiene 97 por ciento de sus estudiantes que reciben almuerzo gratis, o, precio reducido. Es 98 por ciento Latino. Sesenta y dos por ciento son estudiantes de aprendizaje de idioma Inglés. A pesar de estos desafíos, la escuela está prosperando. En la evaluación, Smarter Balanced Assessment, el 54 por ciento, y el 50 por ciento de sus estudiantes, cumplieron o excedieron las normas de rendimiento en artes de idioma inglés y matemáticas respectivamente, en comparación con el 19 por ciento y el 16 por ciento en las escuelas cercanas.
Sin embargo, la escuela se enfrenta a amenazas de cierre de la junta escolar local, por acusaciones de mala administración financiera. Los reclamos son confidenciales, y no se comparten con el público, por lo que pocas personas saben si las alegaciones tienen mérito.
Si, esta fuera una escuela pública tradicional, podría haber protestas por malgasto, y tal vez, un funcionario o dos podrían ser sancionados o despedidos. Sin embargo, el cierre de una escuela próspera, sirviendo a los niños pobres, ni siquiera sería considerado. Debido a que la escuela en cuestión es una charter, es una historia diferente. Tal, es el caso con Celerity Dyad, y la junta del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles.
Un proceso caprichoso, reservado, y a menudo políticamente motivado, la supervisión de la escuela charter en Los Ángeles es un símbolo del esfuerzo por reducir las opciones educativas que muchas familias pobres tienen. Cinco escuelas charter de los Ángeles han sido recomendadas para denegación,aunque, la junta del LAUSD reconoció que su rendimiento académico es fuerte. Tenga en cuenta que a las escuelas se les dio sólo seis días, para hacer frente a las reclamaciones de mala conducta, o de falta de transparencia, antes de la junta.
Una red de charter cuyas escuelas enfrentan el cierre, Magnolia Public Schools, fue auditado por el estado de California en 2015 después de las alegaciones pasadas de mala administración financiera. La auditoría, de acuerdo con el diario Los Angeles Times,”criticó a L.A. Unificado por tratar de cerrar tres campos en Palms, Northridge, y Bell utilizando información limitada y sin dar a los oficiales de Magnolia tiempo suficiente para responder a las acusaciones de malgasto. Se dijo que el distrito “puede haber actuado de forma prematura.”
Como he, escrito antes, el proceso de sostener las escuelas charter responsables, se mira menos, como debida diligencia y más, como tribuna política-Completo con con una junta cuyos miembros tienen sus propias agendas. Un claro ejemplo es la prohibición de nuevas escuelas charter en Huntington Park. No, es casualidad que el alcalde de la ciudad, Graciela Ortiz, es un miembro de United Teacher Los Ángeles, un grupo cuyo su sentimiento anti-charter ha sido bien documentado.
Un líder de la red de charter, caracterizó el proceso de supervisión, como “muerte por mil cortadas”. LAUSD está penalizando a las escuelas chárter, hasta por los menores deslizes administrativos, como el manejo de los contratos de los alimentos, y la colocación de numerosos obstáculos a fin de desalentar su expansión. Esto es de un distrito que malgastó $450 millones que estaba destinado a estudiantes de bajos ingresos, los jóvenes adoptivos, y los alumnos de idioma Inglés.
El cierre de las escuelas charter que están realizando bien, para sus estudiantes, envía el mensaje de que la lucha política interna, tiene más peso que los futuros educativos de los niños necesitados. Y aún más, aleja a padres Afroamericanos y Latinos que están profundamente desencantados, con un sistema escolar que les está fallando a sus hijos.
Y la hipocresía aquí es evidente.
Las investigaciones de Magnolia y Celerity, otra red de escuelas charter, actualmente son confidenciales. El público no puede opinar y no pueden defenderse estas escuelas. La información que ha sido obtenida es opaca y no parece tener nada que ver con el rendimiento académico de las escuelas en cuestión. El diario Los Angeles Times informa:
Los problemas subyacentes de Magnolia y Celerity que le preocupa a L.A. Unificado solamente se insinúan, oficialmente. El distrito falla a ambas organizaciones por no proporcionar los documentos solicitados, a los investigadores. Sus deficiencias enumeradas incluyen descripciones incompletas, de obligaciones laborales y de los procedimientos de suspensión y expulsión.
Vale la pena cerrar escuelas por estas infracciones? No puedo imaginar que una escuela pública tradicional, jamás fuera sometida a una investigación de este tipo, si se encontraba bien académicamente-o incluso, si no lo fuera.
Por ejemplo, el superintendente de un pequeño distrito escolar de Chicago suburbana es pagado aproximadamente $400,000 en salario y, beneficios para conducir escuelas desafiantes sirviendo a solo 1,200 estudiantes. No ha habido pedidos de renuncia, o cualquier investigación llevadas a cabo por el distrito. Si esto era una escuela chárter, esto sería considerado como un claro símbolo constante de fraude. Debido a que es una escuela tradicional, no se oye ni un pío.
Existe un manifiesto doble estándar aquí. Todas las escuelas, charter y tradicional por igual, deben mantenerse a un alto nivel. Cuando fallan en educar a sus estudiantes, deben ser cerradas. Ahora, si sobresalen, pero todavía tienen algunos problemas financieros u operativos, se les debe permitir rectificarlos, no soportar burocracias onerosas de estar saltando por aros.
El proceso de supervisión de chárter de California es complicado en lo mejor-dado un sistema bizantino de 324 agencias locales, estatales y del condado actuando como autorizadores de charter.
La supervisión de la escuela charter está en urgente necesidad de mejora. Si una auditoría del estado no descubre irregularidades significativas, pero una junta escolar local sigue planteando banderas, preguntas deben ser hechas sobre si el proceso de supervisión funciona.
Si la junta del LAUSD continúa por este camino, no sólo va a ser visto como irresponsable, pero sordo, a los deseos de miles de padres de bajos ingresos,que están cansados de ser negados al acceso a las pocas escuelas buenas disponibles para ellos. Un reciente editorial en el diario New York Times dijo de las escuelas charter:
Estas escuelas, que educan sólo el 7 por ciento de los estudiantes de la nación, están lejos de ser universalmente perfectas, y las que están fallando deben ser cerradas. Pero la investigación ha demostrado que, cuando se administra y se supervisa adecuadamente, las escuelas charter que son bien administradas les da a las familias una alternativa desesperadamente necesitada a las escuelas tradicionales inadecuadas en los barrios pobres.
Gran parte de esta batalla está siendo impulsada por el miedo: miedo a perder dinero, el control , puestos de trabajo y la cara. Pero eso no cambia el hecho de que los padres continuarán huyendo de las escuelas públicas tradicionales hasta que esas escuelas del vecindario empiecen a servir mejor a las familias Latinas y Afroamericanas. Y esas repercusiones se harán sentir no sólo en las aulas, pero en las elecciones de la junta escolar.
Originalmente compartido en LA School Report
Caroline Bermudez
A proud graduate of Chicago Public Schools, she has a B.A. in history from Swarthmore College.
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