Reconociendo Que es Una Buena Mamá: Debajo de la Culpabilidad de Mamá

Ser madre es como ser etiquetada como una superhéroe durante la noche. Tratamos de ser perfectas y hacerlo todo. Y si no lo hacemos, la culpa se establece. Tu sabes, ese sentimiento de delito, que se intensifica cuando se trata de tu familia.

Es una locura, pero piénsalo por un minuto. Desde el momento en que llegamos a casa del hospital con nuestro bebé, tratamos de ser madres perfectas. Sintiéndonos culpables por todo … de “no estoy produciendo suficiente leche” y “él es gaseoso, yo no lo estoy eructando correctamente” “tiene una dermatitis del pañal, estoy haciendo algo mal.” Parece que asociamos todo lo que va mal con nuestro bebé, a algo que nosotras, como mamás, hicimos mal o no hicimos. Y a lo largo de los años, sentimos esa culpa de madre por muchas otras cosas, como el no lograr meterlos a una cierta escuela, o si se atrasan en cualquier tema, si se portan mal, si no podemos participar en el PTA de su escuela, si no les compramos el juguete caro que quieren, si no podemos darnos el lujo de llevarlos de vacaciones, si no los podemos conducir al centro comercial después de la escuela, vamos a sentir culpa, incluso por algunos de sus propios errores, y sigue y sigue. Y eso, es mucha presión para asumir. Así que ¿por qué hacerlo?

¿Por qué nos sentimos culpables en primer lugar?

Aprendemos sobre la culpa y su poder para hacer que ciertas cosas sucedan o no sucedan, de niños. Cuando nuestros padres utilizaron frases de desaprobación así como: “No estamos contentos contigo” o “nos decepcionaste.” Rápidamente entendimos un sentido de culpabilidad en nuestro nombre, que hizo que nuestra mamá y papá estuvieran infelices con nosotros. Y a la vez, por el otro lado de la moneda, también aprendimos rápidamente que haciendo lo correcto o comportarse adecuadamente nos ganamos elogios, sonrisas y abrazos. Nos ganamos su aprobación. Y porque disfrutamos de la retroalimentación positiva, aprendimos a cambiar nuestro comportamiento para complacer a nuestros padres para obtener más elogios, sonrisas, abrazos, y aprobación. De este modo, se inició, y para algunos de nosotros más que otros, una necesidad o deseo de querer complacer a los demás para ganar “la aprobación/ aceptación” y también para evitar ese terrible sentimiento de “culpa”.

¿Están incorrectas las mamas por sentirse culpables?

La mayoría de las veces, si, lo somos. Dado que la mayoría de las veces estamos culpandonos por cosas que no tienen nocivo intento. O bien, nos estamos sintiendo culpables por lo que la mamá al lado está haciendo por sus hijos que no estamos haciendo por los nuestros. Ejemplos de esto sería, la cantidad de tiempo de juego que esa mamá es capaz de dar a su hijo o sentir envidia del columpio impresionante que tienen. Sintiéndonos culpable por no ser capaz de pasar la misma cantidad de tiempo con nuestros hijos, o por no ser capaz de proporcionar el mismo estilo de vida, está mal de nuestra parte. A menos que haya cometido un crimen o ha perjudicado a alguien, deja ir la culpabilidad de mamá. Le está pesando, y no le está permitiendo ser su mejor o dar su mejor.   

Centrarse en sus hijos.

Tenemos que dejar de preocuparnos por lo que la otra mama está haciendo. En su lugar, tenemos que centrarnos en lo que está pasando en nuestro hogar con nuestros hijos. ¿Mis hijos son felices? ¿Reconocen mis hijos que mamá los ama? ¿Saben mis hijos que pueden contar conmigo? y ¿Es usted, una ama de casa haciendo muchas tareas y aun sobre todo cuidar de sus hijos? ¿Es usted una mamá que trabaja fuera del hogar, sale temprano, llega tarde a casa, agotada, sin embargo, todavía logra algún tiempo de calidad con sus hijos? Sea, cual sea, el tipo de mamá que eres y de cualquier manera que valla sobre ello … si usted está mirando por el bienestar de sus hijos, entonces usted está haciendo un gran trabajo! Y hay que CREER y alabarse a sí misma, “buen trabajo” “lo estoy logrando! “Soy una buena madre.”

Tenemos que estar orgullosas y centrarnos en el buen trabajo que estamos haciendo y dejarnos en paz a nosotras mismas por las cosas que no hicimos, no detectamos a tiempo suficiente, o no pudimos proveer .

¿Cómo puedo cambiar mi enfoque?  

Bloquee los pensamientos de culpabilidad. Cada vez que quiera sentir culpa, se pregunta si tiene algún mérito. ¿He hecho daño a alguien hoy en día? Probablemente no. Así que no permita que esa sensación de culpabilidad salga adelante. Bloquelo! Simplemente reemplácelo con algo bueno que hizo. Por ejemplo, tuvo que trabajar hasta tarde, y no pudo atender la obra de su hija. Bloque este pensamiento, “me siento culpable por no poder asistir a su obra” y reemplácelo con este pensamiento: “Me siento orgullosa de que pude recogerla de la obra y llevarla a comer un helado.” Si, usted podría haber asistido la obra de su hija, lo hubiera hecho. Y mientras ella sabe esto, debido a que se siente amada, usted está haciendo un trabajo impresionante.

He aquí un ejemplo más pesado, su hijo es diagnosticado por un médico, con un problema de aprendizaje, en el segundo grado y usted se siente culpable por no haberlo descubierto antes. Bloque este pensamiento, “No puedo creer que no descubrí esto antes y ahora, mi negligencia causó que mi hijo se atrasara en la escuela” y reemplácelo con este pensamiento, “soy una buena mamá por llevar a mi hijo al médico, y ahora que estoy consciente de su discapacidad de aprendizaje, haré todo lo que pueda para ayudarlo.” He hablado con muchas mamás que han estado en esta situación y se sienten culpables. Sin embargo, la cantidad de pasión que está detrás de querer ayudar a sus hijos lo dice todo. Son buenas madres!

Así que dejen de sentirse culpable. Sus hijos están bien, su casa está bien, ahora es el momento para que USTED esté bien porque su bienestar importa mucho dentro de su casa. Y la culpa es, una emoción pesada y deprimente que no beneficia su bienestar. Así que tirela! Somos grandes madres. Cada una de nosotras haciéndolo de nuestra propia manera a lo que es bello. Vamos a poner el enfoque principal en todo lo positivo que hacemos y aprender a relajarnos y a confiar en el proceso que las mujeres buenas y cariñosas ascienden a madres buenas y cariñosas — no “madres perfectas.” Así que olvide la culpa!

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Monica Luna Gonzalez

Monica Luna Gonzalez is a certified Life Coach who works with parents by helping them learn to utilize their amazing parenting skills. She began this line of work after working solely with children for over two years and learning of a disconnect between a lot of the child-parent relationships. She is a mom of two children. Her oldest is a freshman in college and her youngest is shopping for preschools. She was a teen mom who graduated from Bell High School, despite the challenges that came from being a teen mom. She wishes she would have been prepared for college right after high school, which is why she wants to help others improve their children's chances for a better education. She is a non-traditional college student as she returned to college 18 years after graduating from high school.

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