Yo sentí la oleada de emoción mientras miraba la película Walkout, una película sobre los reventones de 1968, sobre Chicanos que protestan las injusticias de las escuelas públicas, en el Este de Los Ángeles, para un proyecto de investigación. No pude evitar pensar: “Soy estas personas.” Sin embargo, ese pensamiento se nubla rápidamente con sentimientos de ira. ¿Por qué me tomó dieciocho años para finalmente, comenzar a aprender, acerca de mi gente y de su papel en la historia de Estados Unidos? Por qué tuve que esperar hasta el colegio para finalmente tomar una clase, que me enseñó, sobre el legado de mi gente en este país?
A lo largo de mi carrera académica, siempre he leído los libros de historia, que me han dado. Aprendí la historia de este país, sin embargo, luche para averiguar el papel que desempeñan las personas como yo, en la historia Estadounidense. Si aprendí, acerca de eventos en los que mi gente fueron víctimas, pero rara vez, aprendí sobre movimientos empoderados dirigidos por mi gente. A decir verdad, sentí un vacío en el interior, porque no podía averiguar quién era yo, y el papel que la gente de dónde yo vengo, jugó en la construcción de esta nación.
Sin embargo, 18 años más tarde, finalmente, encontré algunas respuestas. Me encontré con términos como “Chicano” y me hice más consciente de ellos. No sólo eso, sobre la investigación de los papeles de la comunidad Latina en la lucha contra las disparidades educativas, para un trabajo de investigación en mi clase, he aprendido acerca de cómo la comunidad Mexicana-Estadounidense jugó un papel influyente de abolir la segregación en las escuelas públicas. En el caso monumental de Méndez v. Westminster, los padres Mexicano-Estadounidenses lucharon con estado de California sobre la segregación escolar, y ganaron. Este es el primer caso de desegregación escolar federal exitoso, que finalmente jugó, un papel influyente en el caso Brown v. La Junta de Educación de Topeka. El punto de todo esto es que los libros de historia rara vez mencionan Méndez v. Westminster, incluso si su papel fue influyente en uno de los casos más importantes en la historia de Estados Unidos. Es un ejemplo de el legado de los Mexicano-Americanos y personas de color en general, se borran de la historia. Los legados se pierden simplemente porque los libros de historia que nos dan, no mencionan los movimientos empoderados de nuestra gente, y el papel fundamental que han desempeñado en la construcción de esta nación.
Para los jóvenes que a menudo están teniendo problemas para sentirse fortalecidos por sus identidades, es imprescindible para que aprendan legados de su gente. ¿Somos cholos? Somos miembros de una ganga? Las mujeres Latinas son las únicas que tienen trabajos de mantenimiento? ¿Somos los criminales? No, somos mucho más, de lo que los medios y la cultura popular nos dice. Tenemos una herencia compleja en esta nación, y es hora de que los jóvenes aprendan sobre él. Estoy cansado de leer, acerca de los sorprendentes hombres blancos, mayores, que ayudaron a construir esta nación y no leer, acerca de las personas de color, y su papel en la construcción de esta nación. Es tiempo para aprender acerca de aquellos, cuyas espaldas fueron pisadas por estos hombres blancos, mayores, a quien se les atribuye la construcción de esta nación.
La falta de historia Chicana y Latina en las escuelas públicas, es especialmente preocupante, debido a la larga historia de las instituciones educativas enforzando la asimilación a la cultura Anglo-Americana. Nuestros libros bombardean a nuestros jóvenes con los logros de los hombres blancos y hacen que las comunidades de color, sólamente sean víctimas. Mientras sí, creo, que son importantes de aprender sobre eventos en los que fueron víctimas las comunidades de color, creo que es igual de importante aprender acerca de los eventos en los que las comunidades de color, aunque hayan sido discriminados y marginados, fueron habilitados para luchar contra los opresores. Esto es especialmente importante porque nuestra actual existencia, es testimonio de que nuestra gente no eran víctimas pasivas, sus legados implican la potenciación y la lucha contra sus opresores – Los jóvenes necesitan saber eso.
Sin embargo, dejenlo al mes de la historia Afroamericana, al Cinco de Mayo, o a circunstancias especiales para sumergir a los jóvenes en los temas que se refieren a la herencia de su gente en este país, por solo un mes, o unos pocos días. Sin embargo, la juventud lee Shakespeare durante todo el año o aprenden constantemente sobre los colonos blancos, y colonizadores. Para los jóvenes que no necesariamente resuenan con hombres blancos, mayores, es difícil para ellos entender el papel que juegan las personas en este país, cuando los libros de historia rebajan los legados de su gente a un párrafo en un libro. Es difícil para los jóvenes de color, que se sientan capaces, cuando todo lo que saben es lo que ven desde los medios de comunicación, que, muchas veces se refiere a las personas que penalizan a la gente que se parece a ellos y los libros de historia que les dicen que sus personas sólo han sido víctimas a lo largo de la historia. Es el momento de sumergir a nuestros jóvenes en su historia, uno más allá de la victimización. Los jóvenes necesitan aprender acerca de cómo el legado de su gente, está arraigado en la construcción de esta nación, y como a lo largo de la historia su gente, incluso si han sido marginados, fueron capaces de sentirse empoderados a movilizar y organizar. De este modo, la juventud Chicana va a entender su papel, en formar parte de seguir construyendo esta nación, y va a entender, que ellos, son capaces de ser habilitados, para luchar contra los opresores, como sus mayores y antepasados han hecho.