Las conferencias de padres tomaron lugar hace unos dos meses en la escuela de mi hijo, y yo pensaba que sería fácil. Antes de la conferencia, pensé que mi kindergartener iba muy bien, ya que habíamos estado haciendo la tarea con facilidad sobre una base diaria, y el no había demostrado ningún problema mayor. Teníamos una sólida rutina en casa, y yo pensaba que todo iba bien. Me salí de la conferencia sintiéndome un poco abrumada después de que su maestra me dijo que basado en Los Estándares Comunes y las expectativas del distrito, el se acercaba solo a nivel de grado y estaba un poco atrasado en algunas áreas. Sí salí, con un plan diario, de cómo podría ayudarle a ponerse al día antes de que finalizara el año escolar, pero no pude ignorar mis nervios.
Me senté en mi carro por unos minutos con un sin fin de pensamientos y emociones. Esta fue la primera vez que experimenté de primera mano los estatales comunes. Había leído sobre ello, y pensé que lo entendía, sin embargo, ahora que mi hijo había sido “identificado” como atrasado, yo estaba en pánico.
Primero analizė mis pensamientos, el método de prueba parecía injusto para mí. Aprendí que si el hace pequeños errores, mientras que se está examinando, los errores miden donde él se encuentra. No importaba si él podía dominar la tarea después del error. Por ejemplo, si el cuenta hasta 100, pero se salta un número, digamos 15. Esto significa que obtiene solo el crédito por contar hasta el número 15. Y cuando se le está dando prueba, no importa si él es capaz de contar hasta 100 sin hacer excesivos errores, si se salta algún número. Esto si me frustró un poco al principio, pero me concentré y puse un plan en acción.
Desde la fecha de la conferencia, mi hijo y yo hemos estado trabajando más duro. Ahora, sé, lo que debería haber hecho desde el principio, pero honestamente pensé que él estaba haciendo genial para estar en el jardín de infantes. Los tiempos han cambiado desde que mi hija mayor estaba en este nivel hace 13 años.
Ahora que la métrica de clasificación están claros, y sé cuál es su posición, estamos listos para ponernos en acción.
Quería tomar un enfoque donde el estuviera motivado por el desafío. Le expliqué lo que nuestros objetivos eran con el conteo, la lectura y la escritura. Le aseguré que trabajaríamos juntos, para cumplir con estos objetivos antes de que el año escolar terminara y que estaría listo para el 1er grado, siempre y cuando los dos trabajaríamos duro. Deje en claro que esto era un esfuerzo de equipo.
Al día siguiente tuvimos la primera sesión. Me presenté como su entrenador. Parecía estar emocionado por la idea, como le gusta el béisbol y el fútbol. Implementé algunas reglas y le expliqué, que mi tono puede cambiar un poco, porque yo soy su entrenador y puede parecer un poco más agresivo que la de “mamá amorosa” que normalmente soy. Parecía comprender esto, también. Ha jugado en equipos deportivos y me ha visto a mi trabajando con un entrenador personal, que me da órdenes, incluso cuando estoy jadeando y resoplando.
Expliqué, que sobre una base diaria, estaríamos haciendo ejercicios adicionales antes y después de las tareas, esto sería como nuestro calentamiento y enfriamiento. Le compré libros de trabajo adicionales, y su Tía le compró varios juegos de tarjetas.
Hacemos calentamientos con lectura y ortografía; esto es en lo que está necesitando más ayuda. Esas palabras de vista han sido un reto, así que lo pruebo en un conjunto de palabras diariamente. Tomo tres o cuatro palabras diariamente; las escribe a cabo cinco veces cada uno, las dice, las utiliza en una oración y hace un dibujo para ir con cada palabra. A veces usamos tarjetas también. Una vez realizado el calentamiento, entonces comienza su tarea. Normalmente le doy un descanso de diez minutos después de la asignación de la preparación.
Terminamos la sesión de entrenamiento con un enfriamiento de matemáticas. Hacemos nuestra tarea en la cocina mientras preparamos la cena, entonces lo pongo a que cuente los ingredientes y practicamente cualquier cosa segura que esté al alcance. También usamos tarjetas de suma y resta.
Al final de cada día, leemos una historia, y lo invito a leer las palabras que reconoce en la historia. También le hago preguntas acerca de la historia al final, para asegurarme que entendió la historia.
Estoy consciente de que poner un temporizador en la televisión y los videojuegos es una necesidad. Y mientras que en el carro contamos carros, señales de tráfico, leemos carteles en los negocios, y jugamos yo espío. Estoy constantemente en busca de oportunidades para enseñarle cosas nuevas.
Al oír que mi chiquitín estaba atrasado en la escuela, dio miedo al principio, pero transicionando ese miedo en un desafío ha hecho que sea divertido para los dos. Tiene muchas ganas de aprender y sabe que trabajando juntos definitivamente, podemos conseguir que el llegue a, y más arriba de su nivel de grado siguiendo nuestro plan en casa.
Cindy Borbon
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