Como Originalmente Publicado: LA Daily News, escrito por Nadia Diaz Funn
Es la temporada de graduación, y los estudiantes del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, se están preparando para caminar a través del escenario para obtener un diploma. Sin arruinar por completo la celebración, hay algo que necesita ser tratado.
Permitir que los estudiantes de LAUSD, se gradúen con calificaciones de “D” en los cursos básicos de competencia, es como empujarlos fuera del avión de la vida, sin un paracaídas.
¿Es un poco dramático? Quizás. ¿Es la realidad castigadora? Casi con toda seguridad.
Aunque la tasa de graduación mejorada del LAUSD es notable, y demuestra un progreso importante, debemos reservar nuestros aplausos por ahora. Del 77 por ciento que galantemente cruzó el escenario en la ceremonia de graduación en 2016, el 53 por ciento carecían de las calificaciones y las habilidades para ser considerados “listos para la universidad” o “listos para una carrera,” quedando fuera de la consideración para la admisión a una Universidad del Estado de California. Aún más preocupante, sólo el 47 por ciento de Afroamericanos, el 53 por ciento de los Latinos y el 26 por ciento de los estudiantes de inglés se graduaron de LAUSD preparados para la universidad.
¿Qué valor estamos proporcionando a nuestros jóvenes enviandolos al mundo sin las herramientas necesarias para tener éxito?
Para responder a esto, un repaso sobre el valor de un título de la escuela preparatoria en nuestra economía del siglo 21 está en orden.
Aunque un diploma de la escuela preparatoria tiene un valor importante, especialmente en comparación con no tener uno, ese valor ha disminuido significativamente con el tiempo. Según el Departamento de Trabajo, en 2014 el promedio de los ingresos semanales para las personas con un diploma de la escuela preparatoria fueron $658 – en comparación con $757 en 1979.
En el otro extremo del espectro, el valor de una licenciatura universitaria ha seguido aumentando. Según un informe de 2011 del Centro de Georgetown sobre Educación y la Fuerza Laboral, las personas con una licenciatura ganan un 84 por ciento más que aquellos con un diploma de la escuela preparatoria. Estas cifras se traducen en más de $950,000 de ganancias adicionales durante toda la vida.
El papel del logro universitario para crear oportunidades de movilidad económica ascendente, es innegable. Esto es especialmente cierto para los estudiantes Latinos y Afroamericanos de bajos ingresos, para quienes la universidad representa la mejor oportunidad para romper el ciclo de pobreza intergeneracional y participar de manera significativa en todos los aspectos de la vida cívica.
LAUSD es el distrito más grande de California, sirviendo a más de 525,000 estudiantes, de los cuales aproximadamente el 84 por ciento son estudiantes de bajos ingresos de color. Sin embargo, a pesar de las claras oportunidades que el logro universitario le ofrece a nuestros jóvenes y la demanda de más graduados universitarios para llenar nuestras necesidades locales, estatales y nacionales de mano de obra, el LAUSD continúa manteniendo pólizas, que no cumplen con preparar a todos los estudiantes para la universidad y la carrera.
Establecer el objetivo de graduación a 100 por ciento, frente a la preparación para la universidad como la última medida de éxito, no es sólo faltar la marca, es apuntar al objetivo equivocada por completo.
Debemos abogar por nuestra juventud y desafiar al LAUSD a restaurar su promesa pública de 2006 de alinear sus requisitos de la escuela preparatoria con las calificaciones de las Universidades de California y las Universidades Cal States para asegurar que todos los estudiantes – y no la mitad- verdaderamente se gradúen preparados para la universidad y una carrera.
Al hacerlo, debemos recordar al LAUSD de los miles de estudiantes que en 2006 y de nuevo en 2015 marcharon para exigir que se elevaran los estándares de graduación de la escuela preparatoria para que sus diplomas representarán un camino significativo para la universidad y, en última instancia, un futuro más próspero.
Nuestros hijos merecen más de su diploma de la escuela preparatoria. Es hora de dárselo a ellos.
Nadia Díaz Funn es directora ejecutiva de Alliance for a Better Community, una organización sin fines de lucro, que promueve la prosperidad económica de la comunidad Latina, y la región de Los Ángeles.
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