Mucho antes de que yo supiera acerca de la reconstrucción de las instituciones, pasé cuarenta y cuatro años trabajando en uno. Como empleada del distrito escolar asignada a las oficinas administrativas, llevando la rutina diaria, el cumplimiento de plazos, la búsqueda de técnicas en resolución de problemas y contribuir a una función suave del distrito. Muchas veces en lo más profundo de mi mente me gustaría cuestionar los procedimientos del departamento y buscar mis propias soluciones para evitar ser recibida con escepticismo o terminan en la lista negra.
Poco después me retiré y comencé la redacción de hacer una lista. Como la lista creció, comenzó la priorización. De unos asuntos urgentes que surgieron:
- La identificación de candidatos calificados que se postulan para la junta escolar
- Dirigir la educación de los padres menos involucrados y el programa de entrenamiento
- Mejoras en lo académicos en su defecto por lo menos a nivel de grado.
Lo primero es lo primero. El éxito de cada estudiante comienza con consejo de administración fuerte y bien informado.
Y así comenzó la movilización y empoderamiento de la comunidad del Sur de Whittier. Armados con una larga lista de contactos adquiridos en los últimos años y compuestos de compañeros de trabajo, las organizaciones locales colegas, funcionarios elegidos, familia y amigos, me llamaron por teléfono al menos cinco contactos al día durante unos cuantos meses. Numerosos textos y correos electrónicos fueron enviados hasta que se encontró el candidato perfecto. Por desgracia, no hemos tenido los fondos de campaña. Sin embargo, lo que nos faltaba en fondos era más que restaurada por la fe, propósito y pasión. Después de un puñado de aliados que se alistó, nos encontramos con una campaña de base. Nuestro trabajo duro y determinación dio sus frutos. Hemos sido capaces de derribar a un titular de veinte años y lo hemos reemplazado por un educador con experiencia que trajo consigo una gran riqueza de conocimientos y muchos cambios positivos en el distrito escolar.
Uno de mis objetivos habían sido traer conciencia educativa a la comunidad en general por cualquier medio necesario. Contrariamente a la creencia popular, la investigación nos ha mostrado que los latinos, incluyendo los inmigrantes más recientes, educación valor y el sueño de un mejor futuro para sus hijos. En palabras del legendario activista y estudioso Margaret Mead, “Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos reflexivos y comprometidos puede cambiar el mundo; de hecho, es el único que lo ha logrado “.
Graciela de la Torre-Ferrada
As a lifelong community organizer and activist, Graciela Ferrada has been involved in local political campaigns, fundraising, getting the vote out, parent advocacy, and spearheading organizations that provide civic and social justice awareness. She is committed to narrowing the educational gap that has perpetually afflicted the working-class Latino communities as well as promoting social justice.
Her hobbies include, reading, league soccer, dancing, foreign movies. She currently resides in East Whittier, with husband and two adult children, Sebastian and Yasmin.