“¿Qué?¿A poco ya estás estudiando Shakespeare?” Esa fue mi reacción cuando mi hija de 12 años de edad preguntó si podía ver Por trece razones, una serie polémica de Netflix. Yo, por supuesto, confundía la serie con 10 razones para odiarte, una película de los 90s que recuenta La fierecilla domada de Shakespeare y que lanzó al fallecido Heath Ledger al estrellato.
“¿Eh?” respondió ella. “No mamá. Por trece razones es una nueva serie en Netflix que todo mundo está mirando.” Como cualquier madre metiche, rápidamente abrí mi iPhone y le pedí clarificación a Siri. Resulta que Por trece razones había causado un revuelo en las escuelas secundarias y preparatorias esta primavera, además de bastante controversia, por representar gráficamente el acoso, bullying, violación y el suicidio. “Oye, que la niña quiere ver Por trece razones,” le dije a mi marido. “Oh si. Mis estudiantes lo mencionan a diario. ¿Qué opinas?” Pasamos unos minutos detallando nuestra estrategia – el tipo en el cual padres primerizos se involucran cuando entran en terreno desconocido y no saben qué hacer.
En primer lugar, le pedimos a nuestra hija que nos explicara porque quería ver la serie. “Es el tema de plática en la escuela y me gustaría poder participar en la conversación,” nos contestó. Su respuesta se nos hizo lo suficientemente justa. Entonces, establecimos algunas reglas básicas. Mi marido estaría presente para ver cada capitulo con ella, pausando y explicando cuando fuera necesario. Ya que Netflix capta el progreso de cada usuario, fácilmente nos daríamos cuenta si la niña se adelantaba sin nuestra supervisión. También quedó decidido que yo me tomaria el tiempo de explicarle los temas presentados en la serie así como darle la información necesaria para entenderlos. Voy a ser honesta: había evitado esta conversación, no porque me daba pena, sino porque sentía que ella todavía no estaba lo suficientemente madura como para escucharla. Sin embargo, yo sabía que ella estaba estudiando anatomía en su clase de biología y que tendría que llegar a la sección dedicada al sistema reproductivo antes que su maestra. Entonces, mientras mi marido y nuestra otra hija estaban fuera de casa un sábado por la mañana, ella y yo nos sentamos con mis libros de salud femenina y anatomía y mi laptop. Esto es, en forma simplificada, los temas que le explique y la manera en que lo hice.
1. Anatomía femenina. Nuestro cuerpo es magnífico. Es lo suficientemente fuerte como para nutrir y dar vida. Y cambia bastante durante la adolescencia – muchas veces dolorosamente. Nuestros senos crecen, nuestras caderas se ensanchan, y nos crece un poco de pelo adicional por allí. Mira, este diagrama muestra lo que nos hace anatómicamente diferente a los varones: tenemos un útero, ovarios, vagina, vulva y el clítoris. Y, aquí está un diagrama que muestra como se ve todo esto desde el exterior. Sí, tenemos tres orificios. A que no sabías eso, ¿verdad? Sí, es completamente normal que otras niñas de tu grado ya compran sostén en el departamento de mujeres, y tú todavía no lo haces.
2. Anatomía masculina. Los chicos no tienen periodos ni se desarrollan de la forma en que lo hacemos nosotras. Pero, ellos tienen sus propias luchas por lo que vamos a ser un poco más comprensivas y no burlarnos de ellos, ¿de acuerdo? Ellos tienen un pene y testículos, y estos son muy sensibles. Por eso que hacen tanto escandalo cuando les pegan en esa zona. Es chistoso pero no deberíamos reírnos (demasiado fuerte). Te explicaré porqué sucede esto un poco, pero a los muchachos les suceden erecciones, lo que significa que su pene se endurece y esto les puede suceder cuando menos se lo esperan. Qué vergüenza, ¿verdad? Así, cuando un pene está erecto, se siente como que hay un hueso adentro. No, no es un hueso real y no puede quebrar (creo). Simplemente, el tejido se llena de sangre.
3. Reproducción. Cada parte de los sistemas reproductivos masculino y femenino juega un papel en la creación de un bebé. Los ovarios producen óvulos, los testículos producen espermatozoides, y las dos células tienen que unirse para que un bebé pueda empezar a desarrollar. Los ovarios sueltan un óvulo cada mes. Luego, el óvulo se desplaza a través de la trompa de Falopio. Ahora, aquí es donde este asunto se pone interesante. ¿Recuerdas que te decía que el pene de un hombre se pone erecto? Bueno, tiene que ser duro para poder penetrar la vagina de una mujer, y asi, poder depositar el esperma dentro de su cuerpo para que el esperma puede encontrarse con el óvulo. Esto se conoce como la relación sexual o el sexo. ¿Es doloroso? Por lo general no, pero puede ser doloroso la primera vez que una mujer tiene relaciones sexuales o si hay otras condiciones o enfermedades que la afectan, pero vamos a hablar un poco más sobre esto en un momento. Un fluido llamado semen ayuda a los espermatozoides en su camino hacia el óvulo. Cuando el espermatozoide se encuentra con el óvulo, esto se llama fertilización y una vez que la fertilización ocurre, el nuevo óvulo fertilizado se asienta en un relleno acolchado en el útero.
4. El ciclo menstrual. Ese relleno acolchado en el útero es en realidad hecho de sangre y tejido que se acumula cada mes. Cuando no hay embarazo, tu cuerpo sabrá que el relleno no es necesario. Entonces, lo descompone y lo libera a través de la vagina. Este es tu periodo o menstruación. Si una mujer está embarazada, no tendrá su período. Tu período puede durar de 3 a 7 días y vas a necesitar algo para absorber la sangre. Mira, estas se llaman toallas sanitarias y vienen en su propia envoltura. La desenvuelves así y la pegas a tu calzón. Cuando seas mas grande, es posible que quieras usar tampones. Estos se insertan en la vagina y tienes que acordarte de sacarlo cada cuantas horas. Cuando seas mucho, mucho, mayor, es posible que desees probar una copa menstrual. Lo sé…se ve un poco horrorosa, pero no es necesario que te preocupes por eso ahorita.
5. El embarazo. Todo lo que necesitas saber por ahora es que aunque tu sistema reproductivo esté listo para un bebé, el resto de su cuerpo y tu mente probablemente no lo son. Existen dispositivos y medicamentos que pueden prevenir el embarazo, pero ninguno de ellos es 100% garantizado para prevenirlo y sólo un par de dispositivos puede prevenir enfermedades e infecciones sexuales que, por cierto, son bastante desagradables y pueden ser muy dolorosas. Mira, estas son fotos de la clamidia, la gonorrea y el herpes. Huacatela.
6. Sexualidad. Tal vez ya has notado un cosquilleo en tu estómago o en tus áreas privadas cuando ves a una pareja besándose en la televisión o cuando ves a alguien que te gusta. Esta es tu sexualidad y aparte de ser normal, es sana y maravillosa de sentir. La sexualidad de cada persona es diferente. Algunas mujeres se sienten atraídas por hombres y viceversa, algunas mujeres se sienten atraídas por las mujeres, algunos hombres se sienten atraídos por los hombres, y algunos hombres y mujeres se sienten atraídas/os por hombres y mujeres. Todo es normal. Tu no le tienes que explicar tu sexualidad a nadie y mucho menos sentir vergüenza.
7. Virginidad. El sexo puede ser una cosa hermosa cuando lo disfrutas con alguien que amas. Es por eso que tu primera vez debería ser con alguien que te ama, te respeta, se toma el tiempo de ser tierno/a y paciente y está dispuesto/a a asumir la responsabilidad de una relación sexual contigo. Algunas personas te dirán que si el pene no entra en la vagina, realmente no son relaciones sexuales y por lo tanto seguirás siendo virgen. Tú tendrás que tomar esa decisión por ti misma, pero yo creo que si tu estas íntimamente involucrada con otra persona, estás teniendo sexo. Existen otras maneras, especialmente entre jóvenes, de tener relaciones sexuales con el fin de prevenir el embarazo o “permanecer virgen”, y serás tú quien decida qué otras formas de sexo disfrutas y te parecen cómodas. Si suena grotesco, no lo hagas. Además, recuerda que las enfermedades se pueden transmitir a través de todas las otras formas de sexo también.
8. Placer. Tu cuerpo es capaz de sentir placer inmenso y no debes tener vergüenza de sentirlo o pedirselo a tu pareja. Te recomiendo que explores tu cuerpo y descubras lo que se siente bien y lo que no. El sexo debe ser placentero para ti y tu pareja. En una relación sana, tu y tu pareja tomarán en cuenta el placer del otro.
9. Asalto sexual. Nadie debe ser forzado a tener relaciones sexuales. Aunque hayas estado besando, abrazando, y tocando con alguien y sientas un super hormigueo, tu tienes derecho a decidir hasta dónde quieres llegar y, si te sientes incomoda y decides detenerte, tu pareja debe respetar tu decisión. Algunos muchachos dirán que tienen que continuar o algo doloroso le ocurrirá a sus testículos. No les hagas caso – son mentiras. Tu, y solo tu, tienes el derecho a dictar quién toca tu cuerpo, dónde, y cuándo lo pueden tocar. Si alguien se niega a escuchar cuando tu les dices que no, y tocan o entran en tu cuerpo sin tu permiso, es asalto o violación sexual y es inmoral e ilegal. Un asalto sexual o violación no es tu culpa y es importante reportarlo si te ocurre a ti o lo presencias ocurriendo a alguien más.
10. Enfermedad mental. Aparte de los cambios físicos, nuestro cerebro también es sometido a grandes cambios durante los años de adolescencia. A veces, los químicos en nuestro cerebro no se equilibran de forma correcta y esto puede causar un imbalance en el resto del cuerpo. Puedes llegar a sentirte triste, cansada, ansiosa, desesperada, o solitaria. Puedes sentirte muy feliz y llena de energía un momento y luego muy, muy, decaída. Estos son síntomas de enfermedad mental. La enfermedad mental corre en ambos lados de tu familia por lo cual, desafortunadamente, tus probabilidades de sufrirla son más altos. Lo importante a saber es que la enfermedad mental no debe ser vergonzosa y que puede ser tratada al igual que cualquier otra enfermedad. Recuerda que por más aislada y desahuciada que te sientas, nunca estas sola y siempre hay esperanza. Si llegas a sentirte asi, por favor buscame a mi o a tu papá o a cualquier otra persona en la que confíes. Ten por seguro que te acurrucaremos hasta que te sientas mejor y te obtendremos la atención médica que necesites.
11. Red de soporte. Con tantos cambios en tu cuerpo y mente y tantas responsabilidades y drama en la escuela, los años adolescentes, sin duda, serán difíciles. Honestamente, no fue mi época favorita, pero logré superarla y tu tambien podras. Espero que sepas que puedes confiar en mí. He sido muy abierta durante esta conversación para que puedas entender que nada me desconcierta y que nunca te juzgaré. Que te apoyaré si te encuentras en una situación difícil, si te siente triste o infeliz, o si te encuentras en una situación desesperada. Espero que puedas esperar hasta que estés en la universidad para entrar en una relación íntima con alguien más, pero si decides que eres lo suficientemente madura a una edad temprana, espero que seas responsable, saludable, y tomes precauciones. Quiero que sepas que estoy dispuesta a llevarte a tu primera examinación ginecológica o a comprar anticonceptivos. Pero si prefieres no involucrarme, aqui esta el número del centro médico y aquí está tu número de historial. Como siempre, tus tías, abuelas, y madrina seguirán siendo una parte de tu red de apoyo. Ellas te pueden contestar cualquier pregunta que tengas y podrán ofrecer consejos cuando los necesites.
Siempre recuerda que no estás sola y que te amo, venga lo que venga.
Edna Becerra
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