Recientemente, pasé dos horas haciendo llamadas telefónicas individuales a las familias de mis estudiantes de la escuela de verano. La persona en el otro extremo de la línea podría haber sido una madre, padre, hermana, o un abuelo, pero todos tenían una cosa en común: mi estudiante era su hijo. Cada día este verano, su tesoro más valioso estaba sentado en mi clase de Inglés.
Tener 30 tesoros en mi clase es una gran responsabilidad, una que tomo con la máxima importancia. El objetivo de la convocatoria era para comunicar el progreso que nuestros estudiantes realizaron a lo largo del verano, y esperaba pasar entre uno y dos minutos por llamada. Sin embargo, como las conversaciones continuaron, empecé a aprender más y más sobre mi alumno y las vidas que vivían en casa. En la otra línea, oí a perros de la familia ladrar, hermanos pequeños corriendo y gritando, y el sonido del tren mientras hablaba con una madre que trabaja.
Aunque los estudiantes comparten mucho conmigo como su maestra, no hay nada como escuchar a un padre o guardián compartir sus esperanzas, temores y sueños por ese mismo estudiante que entra en mi clase diariamente. Las conversaciones variaron desde puntaje de escrituras a cómo hacer frente a la ansiedad, de pasar por una batalla de custodia. Mis alumnos no son lienzos en blanco. Cada día entran a mi aula con talentos, dificultades, y curiosidad.
Durante mis llamadas, muchos padres compartieron que esta era la primera vez que un profesor les había llamado para algo más que problemas de conducta. Si queremos realmente construir relaciones centradas en los estudiantes, tenemos que asegurarnos de que la comunicación existe con ambas celebraciones y áreas de crecimiento. En Edutopia “20 Consejos Para Desarrollar Relaciones Positivas Con Los Padres” hace hincapié la importancia de la participación de los padres y los éxitos que se comunican. Llamadas telefónicas positivas a la casa puede ser un elemento de cambio en el establecimiento de relaciones sólidas con las familias – todos los cuales, trabajan para apoyar al estudiante en el aula y en casa.
Que un padre me diga que mi llamada “hizo su día” refuerza la importancia de la comunicación entre profesores y padres. Los padres, guardianes, y yo, como maestra, tenemos que trabajar juntos para establecer el éxito de los estudiantes. La verdadera definición de estar centrado en el estudiante, está en abriendo las líneas de comunicación entre todas las partes interesadas y asegurar que el estudiante está en un ambiente que los prepara a la excelencia.