Los maestros, entrenadores y administradores se quejan con migo de la falta de tiempo que tienen para mantenerse al día, con él empuje constante, para la implementación de nuevas prácticas de instrucción. Existe la expectativa de que los educadores estén al día con nuestro mundo en constante evolución para desarrollar con éxito estudiantes del siglo XXI. ¿Pero cuándo se supone que los maestros deben recibir la capacitación que necesitan para involucrar a los estudiantes con nuestro mundo digital? ¿Cuándo se supone, que los entrenadores deben dedicar tiempo a la integración tecnológica, cuando se les exige que concentren el poco tiempo que tienen para el desarrollo profesional en la instrucción basada en datos? ¿Cómo se supone que los maestros practiquen nuevas herramientas tecnológicas para familiarizarse y sentirse cómodos con su uso en el aula?
La integración tecnológica genuina y la implementación de nuevas prácticas y métodos de enseñanza solo se pueden lograr a través de la práctica, y la práctica lleva tiempo. Desafortunadamente, el tiempo para que los maestros practiquen nuevas estrategias, generalmente no se prioriza. Fue este dilema común lo que llevó a los Entrenadores de Instrucción de Aprendizaje Digital en mi distrito, a asegurar, que nuestros maestros tuvieran la oportunidad de aprender y practicar nuevas herramientas digitales. Este fue el comienzo de Hora Appy, conocido como Appy Hour.
Cada Appy Hour, se centra en una nueva aplicación en línea o una herramienta digital que presentamos a los maestros, y luego seguimos con una actividad para que haya una aplicación inmediata. Appy Hour se lleva a cabo durante el almuerzo, al menos una vez al mes, y profesores confirman su asistencia con antelación. Como una forma de incentivar la asistencia a estos DP’s opcionales, también hemos creado un sistema donde damos a los maestros que asisten Appy Hour y aplican de inmediato la nueva herramienta en su clase una recompensa para celebrar su trabajo.
Mientras que el almuerzo es un momento sagrado para muchos maestros, la mayoría han venido a demostrar un aprecio sincero por Appy Hour. Como muchos han compartido, este es el único momento en que realmente se enfocan en el aprendizaje digital. Mientras si, deseamos, que hubiera más tiempo durante nuestros días modificados para el desarrollo profesional que se centrará en la creación de kits de herramientas digitales, también nos damos cuenta de que solo porque no hay tiempo garantizado, no significa que no sea importante. Muchos maestros me han comentado que a menudo se van a casa y hacen investigaciones para averiguar las nuevas tecnologías por sí mismos, por lo que tener acceso a Appy Hour, les permite hacer eso con el apoyo de alguien que tenga conocimientos sobre integración tecnológica.
No puedo garantizar que Appy Hours será un éxito en todas las escuelas. Siguen siendo una forma de desarrollo profesional, que requiere que los maestros renuncien a parte de su tiempo libre. Pero yo recomendaría explorar la opción ya que más maestros en mi propio sitio escolar han pasado de estar en contra de renunciar a su almuerzo, a hacer solicitudes para temas específicos para discutir durante Appy Hour.
No hay una fórmula secreta para el éxito. Algunos de mis colegas han elegido alojar Appy Hour después de la escuela. Otros, han elegido alojarlos por la mañana, antes de comenzar la escuela. Me he dado cuenta de que la hora del almuerzo funciona mejor para mis maestros, incluso, si tenemos un horario de almuerzo disperso. Todo lo que necesita es aperitivos, una lista de herramientas, que vale la pena compartir con los maestros y un espacio que fomenta la creatividad y la innovación. Dar los primeros pasos para proporcionar a los maestros oportunidades adicionales para mejorar sus propias habilidades marca la diferencia.
No permita que la falta de tiempo, le impida proporcionar a los maestros la oportunidad de agregar a sus propios conjuntos de herramientas. Si queremos asegurarnos de que nuestros estudiantes estén preparados y equipados para tener éxito en esta nueva era, es fundamental que también tengamos tiempo, para preparar a nuestros maestros con las habilidades digitales necesarias para servir como verdaderos facilitadores de aprendizaje para sus estudiantes. No tenga miedo de ser creativo, con la forma en que implementamos el desarrollo profesional, para que nuestros profesores puedan ser educadores completos. Al final, todo es para nuestros estudiantes.