El martes 14 de noviembre, un pistolero llamado Kevin Janson Neal siguió con lo que las autoridades llamaron “un alboroto mortal”, matando a 4 personas e hiriendo a otras 10. El pistolero disparó en 7 lugares diferentes en el norte de California; uno de esos lugares es una escuela primaria. La Escuela Primaria Rancho Tehama es una escuela ubicada a 130 millas al norte de Sacramento, CA. Los estudiantes de la escuela primaria todavía estaban en el patio de recreo a primera hora de la mañana, esperando que sonara la campana cuando se escucharon disparos a lo lejos. El personal rápidamente reunió a los estudiantes, los llevó a los salones de clase y les dio instrucciones para que se refugiaron debajo de sus escritorios. Varios minutos después, el pistolero se estrelló contra la cerca de la escuela primaria y comenzó a disparar contra las ventanas de la sala de clases. Como resultado, un estudiante recibió un disparo en el aula, y ahora se encuentra en condición estable.
Se cree que el hombre armado abandonó la escuela sin causar más daños después de intentar ingresar a las aulas, pero no tuvo éxito porque todas las puertas habían sido cerradas con llave por los maestros y el personal. La rapidez de pensamiento de los maestros y el personal impidió que un terrorista armado doméstico lastimara o matara a más estudiantes bajo su cuidado y protección.
El control de armas es indudablemente un tema controversial, pero la seguridad de nuestros niños no está en debate. No propongo una solución única, pero sí exhortó a nuestra comunidad a que se pronuncie a favor de la seguridad y el bienestar de nuestros niños. Cientos de estudiantes en la Escuela Primaria Rancho Tehama ahora llevarán consigo el recuerdo de la cicatrización de un extraño que invade su ambiente de aprendizaje seguro con la única intención de causarles daño. Como padres, no podemos quedarnos de brazos cruzados, restringir nuestras preocupaciones y quejas a las cuatro paredes que componen nuestra casa. Llame a sus representantes locales y estatales y exija que se resuelva el problema del control de armas y la seguridad de las armas. No podemos permitir que nuestros hijos crezcan en una cultura que se ha insensibilizado a la violencia, ya sean actos de violencia aleatoria o intencional. Hazlo por nuestros hijos; hazlo por su futuro.