Con las vacaciones sobre nosotros, muchas escuelas en toda el área de la bahía se están preparando para terminar el semestre. Esto significa que los maestros están ocupados planificando los exámenes y proyectos finales, y las familias se están preparando para disfrutar juntos de las vacaciones. Para muchos estudiantes, en esta época del año les puede surgir un fuerte sentimiento abrumador, ya que, luchan para entregar todas las tareas y proyectos a tiempo. Como maestros y padres, podemos proporcionar el apoyo necesario para que puedan terminar el semestre fuerte.
Como maestra, esto es a menudo la época del año donde los estudiantes que están luchando se están poniendo al dia para poder pasar la clase. Para muchos estudiantes, ver una D o una F en sus informes de calificaciones puede hacer que se apaguen y pierdan la motivación todos juntos. En algunos casos, mis estudiantes en Richmond, California también están experimentando situaciones personales y familiares desafiantes además de las presiones de la escuela. Cuando esto ocurre, es importante que los maestros le recuerden a los estudiantes que son capaces de tener éxito. A veces, un recordatorio suave de su potencial, valida las emociones de los estudiantes lo suficiente como para empujarlos a pasar.
Como padre, entiendo la importancia de la comunicación con el maestro de mi propia hija. Utilizo esto, para involucrar a las familias tanto como sea posible, en el progreso de sus estudiantes en mi clase. La semana pasada, hice llamadas personales a casa para familias de estudiantes que no estaban pasando mi clase. Las respuestas que recibí variaron de choque y preocupación a inquietud y decepción. Pude comunicarme con las familias sobre las formas en que podemos trabajar juntos para ayudar a que sus alumnos terminen el semestre fuerte. Richmond es una comunidad de clase trabajadora. Muchos de los padres con los que hablé mencionaron que no estaban acostumbrados a que un maestro los contactara con tanta frecuencia. Respondí con verdadero agradecimiento por tomar el tiempo para trabajar conmigo para apoyar a sus estudiantes, y fui recibida con sentimientos similares en respuesta.
El Lunes siguiente, vi una gran mejoría tanto en el comportamiento de mis estudiantes y en la moral en mis clases. Los padres tuvieron conversaciones con los estudiantes acerca de lo que necesitaban para terminar el semestre fuerte. Estas llamadas fueron beneficiosos para los padres, ya que ahora entienden formas en que pueden motivar a sus estudiantes para mejorar. Los estudiantes también se beneficiaron de estas llamadas telefónicas, lograron una mejor comprensión de cómo una comunicación sólida, entre maestros y padres beneficiará su éxito. A medida que el semestre llega a su fin y las vacaciones se acercan, tenemos que seguir brindando a los estudiantes los recursos que necesitarán para tener éxito. La asociación entre padres y maestros puede ser la motivación perfecta para que los estudiantes lleguen a donde deben estar.
Daniela Felix
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