En varias ocasiones cuando estoy en las conferencias de padres con las familias de estudiantes que han cometido errores es cuando los padres de familia me dicen: “Es que no sé qué más hacer” yo me siento limitado cuando quiero dar consejos porque yo no tengo hijos y me parece irónico dar consejos a los padres. Pero yo quería sentirme capaz de aconsejar a las familias. Yo cómo decano ayudó a dar respuestas y opciones a los estudiantes. Yo quería darles soluciones cuando ellos quieren rendirse y están a punto de tirar la toalla porque yo no quiero renunciar a ninguno de mis estudiantes. Decidí contactar a una madre excepcional, que ha ayudado a seis niños a través de un sistema educativo en una comunidad de bajos ingresos con recursos muy limitados, al igual que los padres de mi escuela lo están tratando de hacer. Y contacte a mi madre, Rosie González, y le pregunté ¿qué consejo le daría a los padres en las comunidades de bajos ingresos que se enfrentan a obstáculos similares? porque incluso con la adversidad que enfrentamos, se las arregló para ayudar a sus hijos a través de tres grados de licenciatura, tres licenciaturas en curso, dos grados de maestría, otra maestría en curso y un doctorado en curso.
Mi madre hizo la educación superior una prioridad en nuestra casa y pensó muy cuidadosamente acerca de los consejos que daría a otros padres. Ella llegó a la conclusión que las siguientes cinco cosas fueron las que le ayudaron a criar a sus seis hijos y los guiaron hacia el éxito en sus carreras educativas..
1. Establecer expectativas claras.
De acuerdo con la señora González el primer paso para ser padres es hacer que las expectativas de sus hijos sean claras como el cristal. Ellos deben saber exactamente lo que se espera de ellos en casa, en la escuela, en público, al visitar una empresa, al ir al parque, y así sucesivamente. Me recordó en nuestra conversación que siempre nos sentaba antes de empezar las clases cada año y que hablaría con nosotros sobre sus expectativas de nuestro comportamiento en la escuela. “No le conteste mal a los profesores, el trabajar duro para conseguir las mejores calificaciones, hacer y entregar tareas, y no pelear con los otros niños, y si alguien te dice algo malo o se está portando mal contigo decirle al maestro”. Este discurso nos fue dado constantemente a lo largo del año escolar porque mi madre quería que los niños que ella mandaba a la escuela todos los días estuvieran haciendo un buen trabajo, que fuéramos respetuosos y prósperos. Sus expectativas eran claras, así que ella sabía qué esperar de nosotros. Mi madre recuerda que sus padres no conocían el sistema educativo; recuerda que ellos no tenían expectativas sobre ella cuando se trataba de la escuela, por lo que, en consecuencia, que no tuvo éxito y se salió de la escuela cuando quedó embarazada en su tercer año de preparatoria. Ella no quería eso para nosotros, ella quería que lograramos mucho más y que no fuéramos a dejar la preparatoria cómo ella lo hizo.
2. Siga adelante con las expectativas.
La segunda cosa que mi madre le sugirió a todos los padres es que deben establecer consecuencias para los momentos en los que las expectativas no se cumplen. Más importante aún, tienen que cumplir esas consecuencias. Si nosotros no estábamos cumpliendo con las expectativas en nuestros grados, habrá consecuencias y esto implica que la chancla va estar presente, no habrá permisos de salir a jugar afuera, o incluso nos daba tareas extras diariamente. La clave, según mi madre, es darle seguimiento y asegurarse de que cada vez que llevamos a casa un C había una advertencia, pero una D o F levantaría una gran cantidad de preguntas e hiba tener graves consecuencias . Las consecuencias serian peor si le faltamos el respeto alguno de nuestros maestros o compañeros porque mi madre siempre fue muy clara en eso .Deberíamos siempre de ser bien educados en la manera en que tratamos a las personas, y en la forma en que somos vistos como una familia. Ella siempre nos recordó que nuestro comportamiento es el reflejo de ella y ella no quería parecer una mala madre mientras ella no estaba presente. Entre nosotros seis hermanos que somos rara vez fallamos un curso, y casi nunca nos metimos en problemas en la escuela porque teníamos bien claro lo que podría pasar si no se cumplia con las expectativas, y su consistencia nos impedía llegar a los límites.
3. No sea su amigo.
“No soy tu amiga, yo soy tu mamá y tú me tienes que respetar de esa manera,” eso era algo que escuchábamos a diario conforme íbamos creciendo. La señora González dejó muy claro que el no ser amiga de su hijo no equivale a no tener un fuerte vínculo con tus hijos. Ella menciona que es necesario que haya una comunicación activa en la que puedan estar constantemente hablando con sus hijos sobre sus vidas, sus amigos, y sus aspiraciones. La clave está en saber marcar una línea entre como estar allí como un amigo o como padres. “Ellos nunca deben sentirse demasiado cómodos a tu alrededor,”me dijo mi madre. Es bueno el ser abierto y compartir cosas, pero siempre que te vean con un gran respeto. Mi madre comparte su visión y ella sabe que una gran cantidad de padres cometen ese error. Ellos no saben cómo tener una comunicación abierta con sus hijos asegurándose de que no le falten al respeto o se molesten cuando les llaman la atención y los corrigen. “Muchos de estos padres de está nueva era intentan ser amigos de sus hijos y se olvidan de que necesitan criarlos, asegúrese de que están siguiendo sus expectativas, y guiarlos para que sean buenas personas”, concluyó Rosie.
4. Mantenerlos ocupados.
Otro consejo que mi madre tiene para los padres es mantener a sus hijos ocupados. Ella aconseja mantener a los niños muy ocupados con cosas que les guste hacer, eso evitará que los niños se aburran y tengan demasiado tiempo libre para cometer errores. Ella recuerda que cuando era adolescente,tenía tanto tiempo libre mientras que sus padres estaban trabajando que se involucró en pandillas. Siguiendo a sus compañeros que también tenían demasiado tiempo libre. Fue entonces cuando se prometió a sí misma que siempre tendría a sus hijos ocupados y así evitar que ellos pudieran involucrarse en pandillas, drogas u otras cosas que podrían ser obstáculos en su vida. Por lo tanto, se involucró en nuestra vida de deportes y prácticas, pertenecer a clubes, y haciendo cualquier actividad extra en la que estábamos interesados. Junto con las responsabilidades de la escuela que siempre nos mantuvo ocupados en el hogar con las tareas y expectativas diarias que teníamos que cumplir para gozar de privilegios, tales como salir con nuestros amigos, ver la televisión y poder jugar con nuestros aparatos electrónicos.
5. Participar como padre.
Mi mamá dice que necesita saber lo que sus hijos están haciendo en todo momento y estar tan involucrado con las personas que están interactuando con sus hijos tanto como sea posible. Mi madre trabajaba tiempo completo y tenía seis hijos, sin embargo, llegaba a todos los partidos de béisbol, cada conferencia con los padres, y cada recaudación de fondos. Ella conocía a nuestros maestros y amigos porque que ella necesitaba sentirse segura de que estábamos rodeados de gente que sería una buena influencia para nosotros. Ella nos recordó cómo siempre se desvivía por hacerle saber a los maestros que se interesaba por nuestra educación y que haría hasta lo imposible para cualquier cosa que los maestros necesitarán con el fin de que tuviéramos éxito. Ella recuerda haber sido tratado de una manera diferente por los profesores porque estaba tan involucrada y presente en nuestras vidas académicas y ella quiere que otros padres hagan lo mismo para que los educadores en la vida de sus hijos sean de un gran apoyo.