Los Estudiantes Necesitan Oportunidades Para Participar en el Gobierno Escolar

En 2005, Melanie Miers recibió un disparo de alguien que iba pasando en un carro en San Bernardino, California, cuando cumplió 16 años. Los compañeros de clase de Melanie y de mi hermano, querían ser proactivos, por lo que comenzaron el Proyecto de organización juvenil, con Inland Congregations United for Change (ICUC). Tenía alrededor de diez años, cuando comenzaron a empoderarse a sí mismos, tratando de encontrar soluciones a la violencia, hablando con funcionarios electos de la comunidad. Estaba tan inspirada por sus acciones. Sabía que cuando llegara a la escuela preparatoria, yo quería encontrar soluciones a los problemas.

Durante mi primer año de escuela preparatoria, mi hermana gemela y yo nos sentamos y tuvimos conversaciones individuales, con diferentes estudiantes en el campus. Después de hablar con aproximadamente 100 estudiantes, documentamos las notas y las llevamos a nuestro mentor, que nos ayudó a reducir nuestro enfoque, para abordar un problema de los estudiantes.

El año siguiente, comenzamos un club llamado “Estudiantes para Cambio”, conocido como “Students for Change”. El club se enfocó en aprender abogacía estudiantil, gobierno y política. Intentamos reunirnos con el director de nuestra escuela preparatoria en ese tiempo, pero él estaba ocupado, así que nos reunimos con uno de los subdirectores. Para la reunión, creamos una agenda y escribimos nuestros pensamientos para articular mejor, nuestras preguntas, abordar problemas estudiantiles y presentar la investigación que habíamos hecho sobre los temas. Este Vicepresidente no nos tomó en serio y, dijo que estábamos siendo utilizados como marionetas, cuando nos reunimos con él. Luego nos reunimos con un par de maestros, miembros de la junta escolar y, finalmente con el director de nuestra escuela preparatoria. Acordó permitirnos que organizáramos un foro comunitario y aseguró de que él y otros administradores estarían presentes.

En el foro de la comunidad, solicitamos dos cosas: que los requisitos de graduación de la escuela preparatoria se alinearan con los requisitos de A-G para que los estudiantes decidan si iban, o no, a una universidad de cuatro años, después de graduarse y, para proporcionar preparación para el SAT gratis, de modo que, no ser capaz de pagar este recurso adicional, no prevendría que los estudiantes vayan a una buena universidad. Los estudiantes, maestros y padres participaron en este diálogo sobre asuntos de la universidad. Tuvimos la suerte de que nuestros administradores escucharon una de estas solicitudes y asignaron dinero en el presupuesto de la escuela para tener una clase de preparación para el SAT accesible para los estudiantes como una clase electiva.

Quiero recordarles a los lectores que solo tenía quince años. Repito esto, porque no tenía las mejores habilidades para hablar en público, no sabía cómo decir, lo que tenía que decir, sin escribirlo, no entendía cómo funcionaban las escuelas, y no sabía que podía hablar, y ser escuchada. Afortunadamente, mis mentores y asesor del club, me dieron poder, pero sin esta experiencia, no habría encontrado pasión por el compromiso cívico.

Cuando participé en el Gobierno Estudiantil Asociado en San Bernardino, Valley College, sabía que las actividades que estaba haciendo con el Club de Estudiantes para el Cambio, es lo que deberían hacer ASB. Vi el papel que los estudiantes juegan en el gobierno a nivel de la comunidad universitaria. Creo que lo que se necesita de los Organismos Estudiantiles Asociados (ASB, por sus siglas en inglés) en las escuelas preparatorias y secundarias debería ser más, que solo planear eventos. No podemos darnos el lujo de continuar permitiendo que los estudiantes no tengan el poder y defiendan las cosas que sus compañeros necesitan. Fallamos a los estudiantes cuando no están involucrados en los procesos de toma de decisiones, que involucran la enseñanza y el aprendizaje.

Por último, instó, a, que si usted no tiene ya un administrador de los estudiantes en el consejo escolar, o el consejo asesor de la juventud para su gobierno de la ciudad, que abogue por uno. Los estudiantes necesitan un espacio para aprender los conceptos básicos, de cómo éstas instituciones son administrados y operados, para que puedan ser adultos comprometidos.

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Rocio Aguayo

Rocio Aguayo is a young community oriented aspiring educator who has worked as a mentor with Inland Congregations United for Change (ICUC), a tutor with Youth Action Project at local high schools and now a youth leader with CAPS in San Bernardino, CA. She previously took pictures and wrote opinion pieces for the El Chicano Newspaper in the Inland Empire and was yearbook editor-in-chief at Arroyo Valley High School.

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