Pregunta Para Nuestros Estudiantes: ¿Dónde Está el Próximo César Chávez?

La última semana de Marzo, es un momento de recuerdo y reflexión con respecto a César Chávez y su lucha para establecer la Unión de Campesinos, United Farm Workers (UFW). La nueva generación de estudiantes debe aprender, sobre los sacrificios que se hicieron para mejorar las vidas de los trabajadores agrícolas.

En 2014, el presidente Barack Obama, designó formalmente el 31 de Marzo, como el Día de César Chávez, ahora es un día festivo, conmemorativo federal de los EE. UU. (Esto significa que a nivel federal, el día es reconocido, pero las oficinas federales, siguen abiertas para los negocios). En California, las oficinas estatales y las escuelas, están cerradas el día de César Chávez. El 31 de Marzo, también ofrece la oportunidad de enseñar a nuestros estudiantes sobre los sacrificios que hizo César Chávez, quien trabajó incansablemente para mejorar las vidas de los trabajadores migrantes.

Celebramos el Día de César Chávez, pero debemos hacernos una pregunta: ¿realmente la nueva generación sabe quién fue César Chávez y qué hizo para mejorar nuestra sociedad? ¿Dónde está el próximo César Chávez?

Es por eso, que sentí que era importante escribir esta columna, para reflexionar sobre el legado de César Chávez y para desafiar a los jóvenes estudiantes a intensificar y liderar en diversos asuntos sociales.


Chávez nació el 31 de Marzo de 1927 en Yuma, Arizona. Trabajó en el campo junto con sus padres y hermanos en California. Sirvió en la Marina de los EE. UU. durante dos años y después regresó a los campos.

En la década de 1950, se convirtió en organizador (una profesión muy difamada) con la Organización de Servicios Comunitarios, y en 1962, cofundó, junto con Dolores Huerta, la Asociación Nacional de Trabajadores Agrícolas (National Farm Workers Association), que más tarde se convirtió en United Farm Workers – UFW. Con su compromiso con la no violencia y sus huelgas de hambre, Chávez atrajo la atención nacional, sobre la difícil situación de los trabajadores agrícolas y fue instrumental en brindarles un poco de justicia.

Mientras estuvo vivo, César Chávez, fue intensamente odiado y vilipendiado por los agricultores, y el sindicato The Teamsters, hizo todo lo que estaba en su poder, para socavar y demonizar a César Chávez y sus seguidores. Los Teamsters no confiaban ni veían a Chávez, como un aliado desde que creó, su propio sindicato para representar específicamente las necesidades de los trabajadores agrícolas.

 

¿Qué mantuvo a César fuerte? Tenía una creencia inquebrantable en la espiritualidad católica y un verdadero compromiso con la justicia social. Implementó imágenes poderosas del logotipo de UFW en sus históricas marchas y huelgas de hambre. Sus seguidores también llevaron la imagen de la Virgen de Guadalupe, en las marchas de UFW, exigiendo mejores salarios y otros beneficios relacionados con los trabajadores.

Incluso, mientras celebramos su legado el 31 de Marzo, debemos recordar que fue muy controvertido mientras estuvo vivo. También tenemos que señalar que él no era un santo. Era un ser humano con defectos como cualquier otra persona.

Chávez fue visto por algunos, como un canalla y un alborotador. Eligió no seguir ciertas reglas establecidas. Y denunció leyes y prácticas inhumanas. Estaba dispuesto a luchar por la gente invisible. Chávez tenía una conexión y un compromiso extraordinario con los trabajadores agrícolas.

De hecho, los trabajadores filipinos ayudaron a revolucionar a Chávez, ya que muchos ya habían encabezado la organización de huelgas de trabajadores migrantes en California. Larry Itliong, activista por los derechos laborales, fue el líder de Délano Grape Strike, en 1965, estableciendo el ejemplo para que otros lo sigan- eventualmente, tanto los trabajadores agrícolas latinos como los filipinos se unieron.

Chávez, decidió asumir la lucha de los trabajadores agrícolas a tiempo completo, por el respeto y la igualdad y creó coaliciones/ alianzas con diversos miembros de la comunidad y trabajadores agrícolas. Eligió dar su vida por La Causa – La Lucha.

Le gustaba más pasar el tiempo con los oprimidos e ir, de puerta en puerta, para organizarse. Aprendió estrategias claves de organización de Fred Ross Sr., que era parte de Industrial Areas Foundation, una histórica institución organizadora de comunidades que se originó en Chicago.

Chávez hacía incómodo al poderoso. Y sacrificó su salud al hacerlo, especialmente, con las huelgas de hambre. Él no se vendió. Nadie fue capaz de comprar a Chávez, y él evitó las posesiones materiales y la riqueza. Era un minimalista original, que no perseguía ni admiraba la riqueza material o monetaria.

Por supuesto, él no era perfecto. Por ejemplo, Chávez no apoyó completamente a los inmigrantes indocumentados. Él no estaba enamorado de los inmigrantes centroamericanos y otros inmigrantes indocumentados que supuestamente tenían inclinaciones comunistas, o que él percibía, como una amenaza para los trabajadores agrícolas que estaban aquí, legalmente en los Estados Unidos. De alguna manera, él se mantuvo conservador, pero él creía en la justicia social. Lo que también es interesante es que algunos trabajadores migrantes dentro de United Farm Workers (UFW) eran centroamericanos, pero se percibían como mexicanos o chicanos. Algunos optaron por convertirse en chicanas/ os.

En general, los esfuerzos de Chávez, hicieron una gran diferencia. Chávez nos mostró a todos nosotros lo poderosos que podemos ser si defendemos nuestras creencias, incluso, si eso significa romper las reglas, incluso, si eso significa arriesgar nuestras vidas.

Por lo tanto, le corresponde a la nueva generación de jóvenes estudiantes, aprender de César Chávez, para continuar su legado y la lucha por la justicia social.

Permítanme finalizar con esta pregunta para que nuestros alumnos reflexionen: ¿dónde está el próximo César Chávez?

Randy Jurado Ertll, es el autor del reciente libro ilustrado publicado The Adventures of El Cipitio: Las Aventuras del Cipitio. Su sitio web de autor es WWW.RANDYJURADOERTLL.COML.

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Randy Jurado Ertll

Randy Jurado Ertll, attended some of the toughest public schools within Los Angeles Unified School District (LAUSD). He and his family moved dozens of times throughout Los Angeles. He attended Menlo Avenue Elementary School – which he loved dearly as a child – even though violence was an everyday occurrence in the surrounding community. He survived James A. Foshay Junior High School in the mid 1980’s. As a child, he escaped a rural Civil War in El Salvador, and while in Los Angeles, he escaped an urban Civil War (taking place in South Central Los Angeles) by being accepted into the A Better Chance-ABC scholarship program by going far way to study at John Marshall High School in Rochester, Minnesota. Hella cold. He returned to his community by applying and being accepted into Occidental College where he was indoctrinated to become a social justice activist, reader, writer, free thinker, and free, rebel, spirit.

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