Recientemente fui a una reunión del Concilio Escolar SSC (Consejo de Sitio Escolar) en la escuela secundaria de mi hija y déjenme decirles que fue un reto poder obtener información básica sobre la junta, tales como la fecha, hora exacta y ubicación. Después de varios intentos fallidos e información distorsionada, me enteré de que el personal de la escuela no tenía esta información de primera mano, así que no podía proporcionarme en ese momento. El personal de la oficina de la escuela me dijo que llamara una semana antes de la fecha programada de la reunión para pedir detalles, porque la información no estaba disponible hasta dos semanas antes. Pensé en los padres que trabajan y tienen que pedir permiso anticipadamente para poder asistir a estas juntas. ¿cómo es esto justo para ellos?
Como quería planificar mi semana, al día siguiente pensé que lo intentaría de nuevo, esta vez le pregunté a mi hija que hablara por mí (ya que tengo acento y pensé que ese podría ser el problema) para averiguar los detalles de la reunión del SSC. A mi hija le dijeron que esa información la encontraría en el sitio web de la escuela. Empecé a buscar dicha información, y para añadir a mi frustración, la única información que estaba publicada era de reuniones anteriores. Cualquier padre en mi lugar se habría dado por vencido , o tal vez sentiría lo que sentí yo, la escuela no tenía ningún deseo de la participación de los padres en esta reunión, o tal vez los únicos asistentes serían los miembros del Concilio, SSC y por lo tanto los únicos que se suponía iban a beneficiarse de la reunión. Debido a toda esta molestia, supe que quería asistir a la reunión y averiguar qué temas se iban a tratar.
Así que insistí llamando de nuevo y esta vez pedí hablar con alguien en español. Cuatro días más tarde, finalmente logré hablar con Elvira, ella hablaba español, y fue la que me dio la fecha, lugar y hora. Sin embargo los obstáculos no terminaron ahí! El domingo por la noche recibí una llamada telefónica grabada con un mensaje del director donde mencionó que la reunión comenzará a las 3 pm y no a las 4:30 como Elvira me había dicho. Todo está falta de comunicación me hizo enfadar.
Imagínense el calvario que me tomó para obtener la fecha y hora de una reunión que se había programado para el mes. Entonces me pregunté: “¿Por qué la escuela no asigna fondos para contratar personal, profesional, bilingüe, y dispuestos a comunicarse con los padres de una manera cortés?” Tengan en cuenta que más del 50% de las familias en este distrito somos de habla hispana. Mis pensamientos no se detuvieron allí, las barreras para evitar que los padres sean involucrados y sean informados son demasiado comunes y esto es injusto!
Fue todo un reto reto para mí, poder asistir a esa reunión pero lo logre. Necesitaba escuchar los planes de los miembros de la del Concilio escolar para el año y dar seguimiento a las respuestas a la lista de preguntas planteadas al director de la escuela desde hacía meses. Como era de esperar, el director no esperaba verme y de nuevo no estaba preparado para responder a mis preguntas y como siempre le echaban la bolita a la “irresponsabilidad de otros maestros”.
Parece que los administradores de la escuela y miembros de la junta escolar saben cuando un padre es curioso y quiere respuestas, tal vez nos categorizan como “piedrita en el zapato” y por supuesto que nos quieren evitar. Como madre comprometida, es un reto mantenerse motivada y seguir adelante después de experiencias como esta. También es muy frustrante sentirse desplazada y no bienvenida en nuestra propia escuela. A pesar de que he experimentado estos desaires de primera mano, todavía me hago presente, todavía seguiré alentando a todos los padres a continuar la lucha y no parar hasta que veamos que se realicen cambios necesarios. Todo por el éxito de nuestros hijos, si no seguimos asistiendo, exigiendo respuestas y demandando cambios no sucederán.
Animo a padres, madres, abuelas, tías o cualquier miembro de la comunidad a unirse a nuestra lucha y no parar hasta que se escuchen nuestras voces, lo suficiente con el silencio!
Alicia Aleman
Alicia is the mother of three children, who attend schools in the Fresno Unified School District.
Alicia’s passion is to empower everyone who has a burning desire to conquer his/her dreams and leave a positive impact on future generations. Her personal philosophy is to "Never let anyone tell you that the sky's the limit when there are footprints on the moon..." Her dreams and aspirations include to empower one million Latino families to find their personal liberation so they can develop their full potential as human beings".