Al final de cada año escolar, suena la última campana de la escuela, lo que indica el comienzo de las vacaciones de verano. Los estudiantes salen de sus campus de la escuela con entusiasmo de tomar un descanso de la escuela. Sin embargo, el verano puede ser un período donde el aprendizaje formal se detiene. Según un estudio reciente de Oxford Learning, los estudiantes pueden perder un promedio de dos meses de habilidades de lectura durante el verano. Con el verano acercándose rápidamente, es crucial para las familias, explorar opciones de verano y maximizar el aprendizaje y el enriquecimiento de los estudiantes durante estos meses.
Para los estudiantes más jóvenes, ésta puede ser una oportunidad para que exploren áreas de pasión, que no se enseñan en las escuelas. Con el presupuesto y un mayor enfoque en las pruebas, las escuelas a menudo reemplazan programas como arte y música con lectura y matemáticas. Mientras la lectura y las matemáticas son habilidades fundamentales necesarias, para el éxito académico, los estudiantes también deben tener la opción de poner a trabajar su creatividad, y dar rienda suelta a este potencial en los temas de su elección.
Mientras los programas prestigiosos de verano, a veces pueden tener un precio elevado, muchos ofrecen becas basadas en necesidades que los hacen accesibles a más estudiantes. Los padres deben ponerse en contacto con estos programas y solicitar oportunidades de ayuda financiera, e incluso descuentos para hermanos y para varias semanas. Algunos programas tienen un conjunto de recursos recopilados de recaudación de fondos y donaciones, para hacer realidad estas oportunidades únicas de enriquecimiento para todos los niños que desean asistir a ellas.
Si los programas de verano son un desafío debido a los costos o el tiempo de viaje, el aprendizaje informal también puede ocurrir dentro del hogar. Las familias pueden unirse y crear un plan de lectura para los estudiantes. Un desafío de lectura de verano puede ayudar a apoyar las habilidades de lectura durante el verano y permite a los estudiantes explorar libros y autores, a los que no han estado expuestos anteriormente. Éste es un momento perfecto para que los estudiantes visiten su biblioteca local, y reúnan libros que despierten su interés. Los estudiantes también pueden usar los meses de verano en casa, para explorar al aire libre, que puede ser tan simple, como probar un nuevo deporte, o dar paseos diarios en un parque cercano. Si los estudiantes pueden nutrir su salud física durante los meses de verano, sus académicos se beneficiarán de ésta actividad, una vez que comience el siguiente año escolar.
Los padres también deben buscar el aporte de los maestros de sus hijos y solicitar observaciones o recomendaciones de verano que puedan tener. Los estudiantes pasan muchas horas de su día bajo el cuidado de educadores que a veces, pueden ver un lado diferente de los estudiantes, a lo que miran los padres. Los interesados deben mantener una comunicación constante porque ésto, a su vez, solo funciona para beneficiar al estudiante.
Independientemente de la ruta que las familias decidan tomar durante el verano, pedirles a los estudiantes su opinión, es crucial, para el éxito del plan que se crea. Todos los estudiantes desarrollan una pasión, y se lo debemos a nuestros hijos el comprometernos con ella, y apoyar su desarrollo individual.
Daniela Felix
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