Cualquier maestro puede decirle que el salón de clases no es un modelo único para todos. Mientras trabajamos sin parar para asegurarnos de que las culturas de nuestra clase sean seguras y acogedoras, y hagamos todo lo posible para preparar estos planes antes de que comience el año escolar, los estudiantes entran a la clase y la hacen suya. Incluso con la enseñanza de múltiples secciones del mismo grado y materia, las necesidades de cada período varían en función de los estudiantes que conforman esa comunidad de aprendizaje.
Tengo la suerte de trabajar en una escuela que es extremadamente intencional detrás de su sistema de disciplina y utiliza las mejores prácticas para garantizar que los estudiantes reciban un mejor servicio en el aula. Los maestros siempre están aprendiendo y nuestra oportunidad de desarrollo profesional más reciente nos permitió reflexionar y pulir nuestros conjuntos de habilidades en torno a la disciplina. Utilizamos el de Ross Greene Lost at School (perdido en la escuela) texto como base teórica para nuestras prácticas y encontré que es un recurso útil para todos los educadores. Las siguientes son algunas de las mejores prácticas para destacar al pensar a través de sistemas de disciplina efectivos para aulas y escuelas:
Practique la empatía.
Como profesores, nos encanta hablar y comunicarnos con los estudiantes. Sin embargo, cuando se practica la disciplina en el salón de clase, es importante que dejemos que los alumnos hablen. Los estudiantes son conscientes de lo que no funciona para ellos en el aula y deben sentirse seguros y cómodos al compartir esto. Al entablar conversaciones sobre la disciplina, los profesores deben evitar llenar el silencio con sus propias ideas. Tomemos un momento para escuchar las perspectivas de nuestros estudiantes.
Comunica altas expectativas.
Después de dejar que el alumno comparta su perspectiva, recuérdales las altas expectativas establecidas en el aula y lo que es más importante, el razonamiento detrás de cada una de ellas. Nuestras rutinas y prácticas en el aula deben ser intencionales y esto nos ofrece el espacio para reflexionar sobre si están sirviendo o no a los estudiantes.
Enfócate en trabajar en equipo.
Cualquier conversación sobre la disciplina debe terminar con una invitación para que el estudiante y el maestro trabajen en equipo. El estudiante debe saber que el maestro es su sistema de apoyo y sentir seguridad de que él / ella puedan cumplir con las expectativas establecidas. Esta parte de la conversación implica trabajar en equipo para encontrar soluciones con las que tanto el alumno como el docente se sientan cómodos.
Los sistemas de disciplina en todo Estados Unidos están rotos y requieren investigar las mejores prácticas para apoyar mejor a los estudiantes. Las identidades y necesidades de nuestros estudiantes cambian constantemente y es importante que como educadores, hagamos nuestra parte del aprendizaje y trabajemos para mejorar las condiciones de la clase para nuestros alumnos.
Daniela Felix
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