Recuerdo que en mis tiempos, al estar sentado detrás de mi escritorio en el salón de clases, no recuerdo a ninguno de mis maestros de preparatoria expresar puntos de vista políticos. Como hijo de padres inmigrantes que no tenían derecho a votar y por lo tanto, renunciaron a la responsabilidad de enseñarme la importancia de votar, francamente no me importaron las opiniones políticas de mis maestros. Nunca le pregunté a mis maestros sobre su postura política sobre algunos temas sociales, por lo que mis maestros fueron, en el mejor de los casos, neutrales en su representación política en el aula. En el peor de los casos, sacaron a la política del aula y no nos expusieron a las injusticias que se vivían en este país.
Ahora me encuentro al otro lado del escritorio, enseñando a los estudiantes de Richmond que han experimentado de primera mano el miedo y la frustración que la administración Trump ha producido entre la mayoría de las personas de color dentro y fuera de los Estados Unidos. Enseñó a estudiantes que están molestos por la confirmación de Brett Kavanaugh ante la Corte Suprema, estudiantes que están confundidos y en conflicto por las declaraciones de Kanye West y el apoyo asombroso a un presidente que sin duda representa el odio, la misoginia, el racismo y la división. ¿Esperan que permanezca políticamente neutral en mi clase durante un momento tan polarizador en la historia?
Creo firmemente que mi trabajo como educador es exponer a los estudiantes a ideas nuevas y desafiantes, no adoctrinarlos con ninguna ideología en particular. No creo que mis propias ideales políticas sean un remedio de “talla única” para nuestros problemas nacionales e internacionales. Mi posición política en temas sociales ha sido moldeada por mis experiencias subjetivas, así que por defecto, espero que los ideales políticos de todos difieran entre sí, al igual que sus experiencias. Sin embargo, creo que hay ciertos principios universales que deben sustentar todos los ideales políticos: amor, respeto, tolerancia, diversidad y unidad. Esto debería ser cierto para los republicanos, los demócratas, los independientes y cualquier otro partido que busque un liderazgo nacional.
El hecho del asunto es que la política actual no tiene como base el sentido de ninguno de los principios universales mencionados anteriormente, y aunque los estudiantes deben aprender a escuchar a ambos lados, la administración actual no representa ninguna ideología política; Representa los peores aspectos de la naturaleza humana. Temo que mis estudiantes se conviertan en hombres y mujeres jóvenes que creen que todo lo que Trump representa son políticas genuinas, porque no lo son. Nuestra política actual es una farsa, un sentido enmascarado de odio y división que puede engañar a cualquiera para que piense que lo que hemos visto desde el Capitolio en los últimos no es ninguna broma. Entonces, preguntó una vez más, ¿Realmente esperan que permanezca políticamente neutral en mi salón de clases durante un momento en que la política actual está siendo desfigurada por nuestra administración actual?
Robel Espino
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