Me encanta esta foto de Leticia Cazares. Ella se mantiene orgullosa, pero relajada. Su sonrisa es brillante y hay una sensación de paz y calma que emana de sus ojos. Ella está centrada. Feliz. Y realmente abrazando a su mejor yo y mejor vida. Ella es exactamente a quién quiero que mis hijas y mi nieta conozcan y cuenten como amigas y mentoras.
Leticia Cazares es una guerrera. Es una líder dinámica con múltiples talentos, cuyo trabajo ha tenido un impacto de innumerables maneras. No es sorprendente que Leticia se haya dedicado a mejorar nuestro mundo, para el mejoramiento de todos. Este llamado al servicio comunitario es el legado que sus padres cultivaron desde la década de 1960 y se transmitió a ella y a sus hermanos.
Ella es una experta en la salud de la comunidad, que durante más de 16 años sirvió en San Ysidro Health, y eventualmente, dirigió su trabajo en Affordable Care Act (Cuidado de Salud Asequible), que se convirtió en un modelo con más de 16,000 residentes de San Diego South County, inscritos en Medical-Cal o Covered CA. Como asistente legislativa en Washington DC, para la Cámara de Representantes de los EE. UU., Distrito 51 del Congreso, ayudó a redactar leyes para veteranos y trabajó para adelantar proyectos de ley, que beneficiaron a los constituyentes locales de los condados del sur de San Diego e Imperial. Leticia se desempeña actualmente como Vicepresidente de la Junta de American Civil Liberties Union (ACLU), de los condados de San Diego e Imperial, y es Comisionada de la Ciudad de Comisión de Artes Culturales de Chula Vista. Recientemente dirigió el desarrollo de San Diego Rapid Response Network (Red de Respuesta Rápida de San Diego), una red coordinada de organizaciones de todo el condado que educa, asiste y defiende a los inmigrantes y refugiados en San Diego.
Mientras el impacto del trabajo de Leticia es impresionante, lo que realmente me inspira, es la forma en que camina en la vida con verdad, vulnerabilidad, autenticidad y valor. Ella es brutalmente honesta sobre sus luchas en la adultez joven, con depresión y abuso de sustancias. Sin embargo, está abierta a compartir el trabajo que hizo para superar sus desafíos. Sus experiencias tempranas, son una fuerza impulsora detrás de su trabajo comunitario y, la pasión por la curación y el trabajo de crecimiento personal transformador. Después de pasar varios años trabajando largas horas en el Centro de Salud de San Ysidro, Leticia decidió que era hora de hacer un cambio, y comenzó a explorar un nuevo camino. Dejó su posición cómoda y bien remunerada para centrarse en el trabajo interno y la curación; para apoyar a otros en su propia sanación y para abrazar su ajetreo al comenzar su propio negocio de consultoría.
En un momento en que estamos viendo amenazas significativas a la educación pública y una mayor desigualdad de ingresos para nuestras comunidades, Leticia, ha respondido al llamado de proteger y promover a nuestros estudiantes y nuestra comunidad. Ella es facultad de medio tiempo, en la Escuela de Salud Pública de la Universidad Estatal de San Diego y, a principios de este año, tomó la decisión de postularse para la Junta de Colegios Comunitarios del Suroeste. Como ex alumna de Southwestern Community College, tomó la decisión de ser la voz de nuestra comunidad, con un enfoque en colegios comunitarios asequibles y libres de deudas, oportunidades y apoyo para todos, y preparación de la fuerza laboral y vías.
El condado de San Diego, y especialmente su ciudad natal de Chula Vista, California, es muy afortunada de tener a Leticia Cazares como luchadora.