Enseñar en Richmond, significa, estar relativamente cerca de Silicon Valley, pero a menudo, significa tener recursos limitados en comparación con las grandes empresas de tecnología. Se espera que nuestros estudiantes tengan un gran deseo de sobresalir y lograr un impacto duradero en carreras como ingeniería, diseño de software, videojuegos, etc. Sin embargo, a través del proceso de investigación para la narrativa digital de mi comunidad, descubrí que para algunos estudiantes, existe una brecha de logros, cuando se trata de su exposición a la tecnología en la educación.
La mayoría de mis estudiantes, asistieron a escuelas secundarias en el Distrito Escolar Unificado de West Contra Costa (WCCUSD). WCCUSD creó el “Plan de Tecnología” que se implementaría a partir de 2017-2020. Este plan delineó objetivos claros y, un razonamiento detrás de la mejora de la exposición, que nuestros estudiantes tenían a la tecnología y declaró, “que el uso de la tecnología, debe integrarse en el currículo en todos los niveles, para mejorar el rendimiento estudiantil. La tecnología, no debe ser un contenido separado enseñado por su propio bien. La tecnología mejora el desempeño de los estudiantes, cuando la aplicación apoya directamente los objetivos del currículo que se están evaluando”.
A través de este plan, está claro que el distrito está consciente de los beneficios de tener la tecnología combinada, con un currículo riguroso. Sin embargo, en la práctica, los estudiantes se sentían solos e indefensos, cuando se les pedía que comenzarán a trabajar con la tecnología. En una entrevista reciente con un estudiante, uno de mis estudiantes recordó sentirse “tonto” por tener que hacerle preguntas a su maestro de 9no grado, sobre tecnología, ya que la mayoría de los estudiantes en sus clases pudieron completar las tareas que se les pedían con tecnología. Al hablar con más estudiantes, quedó claro que su experiencia fue compartida por muchos. Ningún estudiante debe sentirse tan desconectado y molesto, sobre la tecnología en este día y edad.
Estas entrevistas de estudiantes, me permitieron concluir, que el acceso a la tecnología desde el hogar, tiene un gran impacto en su alfabetización digital, y deberíamos utilizar esta verdad, para proporcionar a los padres capacitación y recursos para apoyar este aprendizaje en casa. También quedó claro que muchos de mis estudiantes tenían diferentes experiencias en la escuela secundaria con la tecnología, y esperan de mí que les pida lo mismo a todos, al mismo tiempo que ofrezco diferentes apoyos a aquellos que entran a mi clase con desventajas. Mis alumnos deben poder pedir ayuda sin sentirse “tontos” o asustados de preguntar. Para concluir, deberíamos aumentar el acceso a las puertas de la oportunidad, en lugar de ser un obstáculo para los estudiantes. Esta es una manera que podemos garantizar una verdadera preparación universitaria y profesional, en el sistema educativo del siglo 21, de cual, somos parte.