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Una Carta Abierta a Los Miembros de la Junta del LAUSD,
Yo trabajo para una organización que trabaja para mejorar las escuelas públicas, representando a los padres que exigen que el sistema de escuelas públicas les brinde a sus hijos una excelente escuela en nuestro vecindario. Hoy, no escribo esta carta en nombre de esa organización, sino que escribo en mi nombre como hija de Los Ángeles, madre de una futura estudiante de LAUSD y producto de todo el sistema educativo de esta ciudad. – desde las escuelas públicas de LAUSD, hasta UCLA para la licenciatura, y la Escuela de Políticas Públicas Sol Price de USC, para escuelas de posgrado.
Crecí en el sur de Los Ángeles, cerca del área de Watts, y mi conjunto de escuelas fueron Figueroa Street Elementary, Gompers Middle School y John Locke High School. En ese tiempo, las tres escuelas estaban clasificadas como deficientes académicamente por el estado. Pero esa información no estaba disponible para mi familia. Más bien, lo que empujó a mi madre y a mi padre a la desesperación, fue lo inseguro que yo estaba en la escuela. Se preocupaban por los académicos y, sabían que no estaba recibiendo la educación que merecía, pero primero temían, temían que no me estaban dejando en un lugar seguro cuando nos llevaban a mi hermana y a mi, a la escuela todos los días. Y tenían razón.
La desesperación de mi madre la llevó a sacarme del conjunto de escuelas en mi vecindario en el 6to grado. Participé en el programa de desglose magnético, y terminé yendo al programa magnet de la Escuela Secundaria Columbus en Canoga Park, a 34 millas de mi casa. Mi madre cambió su trabajo para limpiar hogares en este vecindario, de modo que algunos días, no tendríamos que pasar de tres a cuatro horas en el autobús a la escuela. De 12 años, me levantaba a las 5 am todos los días, para dejar atrás mi vecindario del sur de Los Ángeles, e ir a una comunidad que no era la mía. Un lugar donde podría ir a una escuela segura, con un programa académico decente. Hice esto por seis años, cambiándome de Columbus Middle School a Canoga Park High School, ambas escuelas magnet del LAUSD.
He pasado toda mi carrera tratando de entender, cómo nuestra educación está tan fracturada que, cualquier niño tendría que viajar a dos horas de su hogar para ir a una buena escuela. No estoy sola en esta lucha. Miles de niños han hecho este viaje. Miles de estudiantes ahora pueden hacer viajes más cortos, a mejores escuelas que las opciones de su vecindario. Y, eso, se debe a las escuelas charter.
Veintiún años después, me enfrento con la misma lucha. Veintiún años después, mis hermanitas, Linda y Vanessa Estrada, van a asistir a la Gompers Middle School, como yo. Veintiún años después, esta escuela sigue fallando. Dos de cada 10 estudiantes, están leyendo a nivel de grado, y solo uno de cada 10, está a nivel de grado en matemáticas. Un tercio de los niños tienen la oportunidad de participar en Álgebra en el 8vo grado (que sé que es una clase guardabarrera para prepararse para la ruta de colegio, en la escuela preparatoria), y más del 25% de los niños están crónicamente ausentes.
Al igual que mi madre, estoy buscando desesperadamente mejores opciones públicas de educación para mis hermanas. Los únicos dos caminos que tengo son las escuelas magnet y charter, y las demandas actuales de UTLA, buscan limitar ambas opciones. Desde 1998, cuando mi madre me puso en una escuela magnet hasta 2019, Gompers Middle School, no sólo no logró hacer ningún progreso, sino que el sistema educativo en sí, sigue siendo limitado en las opciones que le ofrece a las familias para escuelas de alta calidad.
Personalmente me mudé del sur de Los Ángeles y vivo en Cypress Park, cerca del centro de Los Ángeles para mi trabajo, un vecindario donde el precio promedio de una casa, supera los $700,000 y, mi renta es de $4,000, por una casa de tres habitaciones. ¿Y adivine qué? ¿Tengo acceso a una escuela de LAUSD de alta calidad en mi vecindario? No, yo no. Al igual que Gompers Elementary School en mi vecindario, es un 1 de 10 en GreatSchools, donde menos de cada 2 estudiantes están a nivel de grado en inglés y matemáticas. Me niego a aceptar que mi hija, que ahora tiene un año de edad, tendrá que asistir a una escuela donde los niños tienen una posibilidad entre 10, de obtener la educación que se merecen.
¿Cómo es posible que en este panorama de calidad escolar y la falta de opciones para los padres, los líderes de la ciudad piensen, que es la opción correcta limitar las escuelas charter? Limitar las escuelas que se convierten en escuelas magnet, cuales son las ÚNICAS dos vías de elección, que tienen las familias de bajos ingresos?
Como hija del lado pobre de Los Ángeles, como mujer latina, como ciudadana de esta ciudad, como constituyente del LAUSD, exijo que la Junta de Educación, rechace limitar la elección de los padres de bajos ingresos esta semana. Usted está eliminando directamente nuestra capacidad de exigir mejores escuelas para nuestros hijos.
No creo que el crecimiento de las escuelas charter sea la única solución que debemos considerar. De hecho, creo que deberíamos encontrar formas dramáticas de mejorar las escuelas que están fallando crónicamente. Pero los niños que se inscriben en las escuelas ahora, no pueden ser una generación perdida de estudiantes, hasta que descubramos cómo arreglar las escuelas deficientes de Los Ángeles.
Jeimee Estrada
Jeimee Estrada
Jeimee grew up in South Los Angeles near Watts and began her career doing education policy research for Los Angeles Mayor Antonio Villaraigosa’s Office of Education, the Inner City Education Fund Schools, and the Center on Educational Governance at the University of Southern California (USC). Jeimee holds a B.A. in English and political science from UCLA and a master’s degree in public policy from the USC Sol Price School of Public Policy.
At AIR, Jeimee led several policy and research projects on topics such as the California Local Control Funding Formula, state implementation of the federal flexibility provisions of the Elementary and Secondary Education Act, and implementation of weighted-student funding formulas. Before AIR, Jeimee was a fiscal and policy analyst at the California Legislative Analyst’s Office (LAO), where she provided nonpartisan fiscal and policy advice to the Legislature. She focused on state accountability, teacher workforce and quality issues, charter schools, school district finance, and education data and technology. Jeimee grew up in South Los Angeles near Watts and began her career doing education policy research for Los Angeles Mayor Antonio Villaraigosa’s Office of Education, the Inner City Education Fund Schools, and the Center on Educational Governance at the University of Southern California (USC). Jeimee holds a B.A. in English and political science from UCLA and a master’s degree in public policy from the USC Sol Price School of Public Policy
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Judith A. Larson
Bravo Jamie!!! 🤗