Es en momentos como estos, que debemos obtener la ayuda de todos los que están comprometidos con la meta de UN DÍA brindarles a todos los estudiantes acceso a una educación de calidad, independientemente de su código postal, raza o género. Como alumna de Teach For America Los Angeles, y habiendo servido en un entorno escolar durante más de siete años, es decepcionante darse cuenta, de que muchas personas aún no entienden el impacto que tendría el Proyecto de Ley 221, de la Asamblea General (AB) en nuestras propias comunidades. Para ponerlo en términos más simples, el AB 221, efectivamente prohibiría que CUALQUIER escuela pública de California, trabaje con socios de la comunidad como Teach for America, junto con muchos otros socios talentosos, para incorporar a maestros diversos y calificados a la profesión.
El AB 221, sólo exacerbaría la escasez crónica de maestros de California en nuestras escuelas más necesitadas, al obligar a los líderes de las escuelas públicas y los distritos, a renunciar a los maestros de alta calidad proporcionados por los socios y, en cambio, contratar maestros sustitutos a largo plazo.
Mientras los críticos afirman que los maestros de Teach For America, toman los empleos que otros maestros “más preparados” merecen, es importante reconocer que la mayoría de las veces, los maestros de Teach for America, se ubican en aulas que, de otro modo, tendrían un maestro sustituto a largo plazo. Entré en un aula de 7º grado en 2012, que le costó entender por qué yo estaba tan emocionada de estar allí, ya que los estudiantes tuvieron que lidiar con un sustituto tras otro, después de que su maestro de 6º grado los abandonó a mediados del año anterior. El maestro que los abandonó no era un miembro del Cuerpo de Teach For America, sino un maestro que no podía manejar todos los elementos adicionales de la enseñanza en el área del Parque MacArthur, donde la instrucción era sólo la mitad de nuestro día, ya que los estudiantes llegaban con mucho más que, a menudo, teníamos que servir también como consejeros. No puedo juzgarlo por irse, pero sí puedo decir que esos estudiantes merecían algo mejor. Se merecían a alguien que los quisiera y que estuviera comprometido a ellos. Me enorgullece servirles como miembro de Teach For America Corps y, nunca volvería a tomar para atrás, ese primer año extremadamente desafiante. Y la verdad es que, sin Teach For America, la escuela habría luchado para reclutar a alguien que estaría dispuesto a trabajar en un entorno difícil por elección, ¿por lo tanto, tener a alguien como yo, presente, en lugar de una puerta giratoria de sustitutos, fue la mejor opción? Absolutamente.
Como exalumna de TFA, educadora comprometida y, líder del sistema escolar cuyo distrito se verá directamente afectado por las consecuencias de AB 221, le pido su ayuda para detener este proyecto de ley mal concebido, mediante el uso de la herramienta “Comuníquese con su legislador” proporcionado por Teach For America. Sólo toma unos minutos encontrar a su legislador y enviar un correo electrónico.
El 16 de mayo, el Comité de Asignaciones, decidió avanzar a AB 221. Hay un tiempo limitado para actuar antes de que se lleven a cabo más votaciones críticas, pero con su ayuda, podemos hacerle saber a los legisladores que este proyecto de ley, no debería ir más allá. Trabajemos juntos para que un día, todos los estudiantes de California, tengan acceso a una educación de calidad y, un futuro de oportunidades.