El primer año de carrera de cualquier educador, a menudo es desafiante, y lleva algún tiempo acostumbrarse a la carga de trabajo que conlleva ser un maestro de aula. La capacitación de maestros a la que me sometí para ingresar al aula, me ayudó en la planificación de la lección, el desglose de los estándares y la gestión de aula. Para lo que no estaba preparada, y quizás lo más desafiante de mi primer año de enseñanza, fue, ayudar a mis alumnos a procesar y vivir con el trauma que experimentaron. Traté de mantenerme fuerte para mis alumnos, escucharlos y proporcionarles fuerza, y rápidamente me di cuenta de que estaba en camino de consumirme y que necesitaba ayuda para mí misma. Después de varios episodios de ansiedad y signos muy claros de depresión temprana, decidí buscar la ayuda de un terapeuta, y estoy feliz de informar que esta decisión es lo que me ha sostenido, al comenzar mi tercer año de enseñanza.
Hacer frente al impacto del trauma de los demás, puede tener efectos duraderos y muy agotadores para cualquiera, esto es especialmente cierto para los maestros. Trauma Aware Schools ha reunido un recurso que describe los factores de riesgo y las causas del trauma de segunda mano, así como los signos y los métodos comunes para brindar apoyo. El recurso describe los pasos que el equipo escolar puede implementar para garantizar que se implementen los procedimientos de prevención, así como formas personales de prevención que se pueden implementar, como “practicar el cuidado personal a través del ejercicio regular, una dieta saludable y dormir lo suficiente”. La clave es no sólo hashtag y predicar sobre el cuidado personal, sino implementar prácticas diarias que puedan sostener a los maestros cuando las cosas se ponen difíciles durante el año escolar. Nuestros trabajos requieren que cuidemos de tantos otros, es hora de que comencemos a cuidarnos a nosotros también.
La Escuela de Graduados de Educación de Harvard publicó un artículo que describe las acciones que los equipos escolares pueden tomar para crear una conciencia sobre la salud mental y el trauma secundario específicamente. La pieza enfatizó que, “para el éxito de sus estudiantes, y la salud, y el éxito de sus educadores, es esencial, que las escuelas reconozcan, aprecien y aborden la realidad y el impacto de STS de frente”. El estigma que existe en torno a la salud mental, sólo será desmantelado a través de nuestra honestidad, al compartir nuestras historias y experiencias. Cuando alguien está enfermo, buscamos un médico. Cuando hay un incendio, buscamos un equipo de bomberos. Es perfectamente normal, buscar apoyo para la salud mental cuando uno lo necesita. Si nuestros maestros no están saludables, se vuelve más difícil para los estudiantes aprender y tener aulas alegres. Comencemos por cuidar mejor a las personas que se preocupan tanto por los demás.