La lectura es una habilidad esencial de la vida que los estudiantes han estado aprendiendo desde sus primeros años de escolaridad. Uno de los consejos más comunes que se les da a los padres es leerle a sus hijos y exponerlos al lenguaje desde una edad temprana. Recuerdo la primera vez que escuché a mi propia hija leer por sí misma y asombrarme del mundo que acababa de abrir para sí misma, el mundo de la alfabetización.
Para muchos estudiantes en California, este mundo es limitado debido a sus luchas en el área de alfabetización. Los puntajes SBAC de 2019 acaban de publicarse y encontraron que “los resultados globales de todos los grados evaluados mostraron que el 50.87 % de los estudiantes cumplió o excedió los estándares en ELA,un aumento de .99 puntos porcentuales desde 2018 y un aumento de 6.87 puntos porcentuales desde 2015” según el Departamento de Educación de California. Según este punto de datos, aproximadamente la mitad de los estudiantes de California evaluados están leyendo en sus niveles de grado prospectivos. ¿Dónde deja esto la otra mitad? ¿Cómo va entrar esa otra mitad en el mundo de la alfabetización? ¿Un mundo que deben dominar para comunicarse,leer y escribir de manera efectiva en la era moderna de hoy? Además, hubo un aumento de menos de un punto porcentual en los niveles de competencia de 2018 a 2019. Este crecimiento no coincide con la gravedad en los niveles de lectura por debajo de los niveles básicos que nuestros estudiantes estatales tienen actualmente. Esto simplemente no es lo suficientemente bueno.
Otros estudios realizados por el Centro de Políticas de California encontraron que “en California,el 25 % de los 6 millones de estudiantes del estado no pueden realizar habilidades básicas de lectura”. Actualmente enseño a estudiantes de undécimo grado en mi clase de inglés y he sido testigo de primera mano de las graves disparidades que existen en los niveles de alfabetización de mis alumnos. Tengo estudiantes que leen en a nivel universitario y estudiantes que leen a nivel de tercer grado. A pesar de esta disparidad, planeo lecciones reflexivas con los estudiantes en el centro para desafiar la capacidad académica y de alfabetización de todos mis estudiantes. Para mí, la lectura es más que una simple materia que enseñó a los estudiantes, la lectura abre puertas a la conciencia y conciencia cultural y crítica. Para ser miembros conectados de nuestra comunidad escolar y hogareña, mis alumnos deben ser competentes al menos, en sus habilidades de lectura, escritura y expresión oral.