Si me hubieras preguntado en enero cuál sería uno de mis trabajos más importantes si tuviéramos que pasar por una pandemia mundial, no estoy segura de que habría dicho “ayudar a que las familias obtengan conectividad digital”. Pero hace unas pocas semanas, mientras mis colegas en Partnership for LA Schools y yo hablábamos acerca de cuál sería la mejor forma de servir a nuestros estudiantes y sus familias, esa fue mi respuesta inmediata.
“Es nuestra política solicitar su número de seguro social.”
“Eso requiere un depósito de $99.”
“No proporcionamos servicio en su área.”
Hicimos más de 50 llamadas a Proveedores de Servicios de Internet tales como Comcast, AT&T, Charter/Spectrum, T-Mobile y Verizon, quienes habían anunciado ofertas para cerrar la división digital ayudando a los estudiantes y a sus familias a obtener la conexión durante la pandemia de COVID-19. Hicimos las mismas preguntas que nuestros padres habían estado haciendo y obtuvimos las mismas respuestas molestas y decepcionantes. La lista de barreras es larga: requisitos de depósitos y números de seguro social, representantes de centros de llamadas sin saber de los servicios ofrecidos para estudiantes y en algunos casos, esperas de hasta dos horas para poder hablar en español con un representante.
Algunas de esas mismas compañías participaron en el grupo de trabajo de la División Digital del Superintendente de Instrucción Pública Tony Thurmond para delinear lo que están haciendo a fin de asegurar que millones de estudiantes en California puedan acceder a la enseñanza digital desde la casa durante las órdenes de “quedarse en sus casas”. Y a pesar de asegurar que no existían barreras de acceso, los obstáculos aparecían constantemente cuando mi equipo y los padres en nuestras comunidades llamaban a las compañías de proveedores de servicios de internet.
Muchos de los programas ofrecidos parecían ser extensiones de esfuerzos de acceso para personas de bajos ingresos que proporcionan servicio por un costo más bajo de lo normal ya existentes, normalmente como $10-$15 al mes, por velocidades que a menudo no son suficientes para aprender por internet. Otros están ofreciendo programas por $49.99 al mes. Y cuando más de la mitad del condado de Los Ángeles está inesperadamente sin trabajo, $50 al mes es inalcanzable, e incluso $10 o $15 puede significar tener que elegir entre acceso a internet o comida.
El año pasado tanto Comcast como AT&T reportaron ingresos netos de más de $13,000 millones. Charter/Spectrum ganó $1,700 millones. Parecería que podrían permitirse al menos temporalmente no cobrarles a las familias sin ingresos o de bajos ingresos para obtener WiFi en la casa. Muchas compañías están tomando medidas sin precedentes para ayudar a los consumidores debido a la crisis sin precedente en la que nos encontramos. Parecería que los proveedores de servicios de internet podrían moverse más allá de los programas existentes y tomar medidas para aumentar el apoyo a los estudiantes y a sus familias en las comunidades marginadas. Después de todo, estamos juntos en esto, ¿cierto?