La pandemia nos presentó tiempos difíciles a medida que continuamos navegando en las secuelas y sus muchos desafíos. Personalmente,creo que los más afectados son nuestros estudiantes más jóvenes. Algunos estudiantes aún no saben cómo expresar sus sentimientos o pedir ayuda. Ya sea debido a la edad o la poca capacidad para comunicar las dificultades que se les presentan, comienzan a guardar cosas en su interior. Como todos sabemos, las emociones no expresadas seguido pueden comenzar a manifestarse internamente como ansiedad y depresión.
Este es el caso de una niña de quinto grado que conozco,que había estado prosperando en la escuela y obteniendo excelentes calificaciones. Hasta que se encontró con una maestra sin empatía. Esta maestra regaña a sus alumnos, a veces incluso llega a llamar a su trabajo “basura”. Muchos de sus compañeros de clase han estado experimentando dificultades durante la pandemia, y tener una maestra como esta ha atenuado la emoción del aprendizaje. Esta maestra también avergüenza a los estudiantes con respecto a sus calificaciones, tareas y exámenes frente a toda la clase. Estos actos de humillación han provocado estrés y ansiedad; especialmente para aquellos estudiantes que todavía luchan con el aprendizaje virtual.
Escuchar historias como esta me enfurece y me dan ganas de preguntarle a esta maestra; ¿Podría ser que sus alumnos le den trabajo basura, porque eso es lo que inspiras con la forma en que enseña? ¿Alguna vez se ha preguntado cómo le gustaría que la trataran cuando se encuentra en la posición vulnerable de tratar de aprender nuevas habilidades e información?
Incluso si el estudiante entrega un trabajo insatisfactorio, los maestros no tienen el derecho de exponerlo y ridiculizarlo frente a toda la clase. Esto no les ayuda de hecho, hace todo lo contrario. Baja su autoestima. Afortunadamente, existe una excelente comunicación entre esta estudiante y su Madre. Cuando su mamá notó los cambios de su hija (tanto emocionales como académicos) comenzaron a hablar sobre lo que esta maestra le había estado haciendo a la clase. Su mamá comenzó a comprender lo mal que estaba y cómo la maestra la hacía sentir a su hija. Su mamá estaba indignada por este trato y le pidió a su hija que lo pusiera todo por escrito.
La ansiedad de esta estudiante había estallado. Después de comenzar la terapia, sus médicos confirmaron que el estrés con el que estaba lidiando por parte de esta maestra poco profesional era inaceptable. Una de las razones, por las que quise escribir este blog fue para felicitar a esta excelente mamá, quien observó el cambio en el comportamiento de su hija y estuvo atenta a sus necesidades. La carta que escribió su hija fue presentada a su médico, terapeuta y director de la escuela. Provocó un cambio inmediato y fue asignada a otra clase.
A esta Madre,la felicito por sacar a su hija de esta horrible situación. Pero me pregunto, ¿qué pasa con los otros estudiantes que continúan sufriendo en clase con esta maestra? Es probable que estos estudiantes no sepan cómo comunicar los problemas a sus padres, lo que puede provocar ansiedad, depresión e incluso desencadenar ideas o intentos suicidas.
Te comprendo como ser humano. Sé que vivir en una pandemia no ha sido fácil para nadie. Sé que no ha sido fácil adaptarse a esta situación. Sé que tienes tus propios problemas, dificultades, etc. Pero no es culpa de tus alumnos, y el aula no es el lugar donde saques tus frustraciones. Le recuerdo que el maestro antes de impartir conocimientos, debe impartir empatía y felicidad.
Una felicitación especial a esta niña que actuó con tanta madurez a su corta edad. Es importante para ella, saber que escribir esta carta también ayudará a otros estudiantes. Como se mencionó anteriormente,la carta fue presentada al director de la Escuela Primaria Ridge Crest MVUSD (Distrito Escolar Unificado de Moreno Valley) y será llevada al Superintendente de este distrito. Ojala y no solamente esto quede en una leve llamada de atención a la maestra, y de esto se obtenga algo mejor.
A continuación, me gustaría compartir la carta que esta valiente niña le escribió de su maestra: