Ha pasado más de un año desde que mi hija recibió su educación académica en persona, y estoy emocionada al igual que nerviosa. Llevé a mi hija a hacer sus compras para el inicio de este año escolar, y mientras la veía elegir los útiles,confieso que comencé a sentir una mezcla de sentimientos que incluían alegría, miedo e incertidumbre. Como madre, nunca dejaré de preocuparme por ella.
Este año comienza el octavo grado, que para ella será su primer año en la escuela secundaria y el último antes de ingresar a la preparatoria. Estoy feliz de que regrese a clases “normales” después de haber estado en clases virtuales durante el séptimo grado. Todos conocemos la razón; Covid 19 cambió nuestras vidas y las vidas de todos los estudiantes.
No puedo evitar sentir miedo,porque todavía no sabemos si todo lo que se ha planeado realmente funcionará. Me refiero a cómo van a responder los alumnos a esta nueva forma de clases presenciales, vacunaciones, distanciamiento, uso de mascarillas, pruebas semanales de Covid para aquellos alumnos que aún no han sido vacunados, etc. Será todo un cambio,y en ocasiones se necesita tiempo para adaptarse. Aunque no será fácil, tampoco creo que sea imposible. ¡Así que anímense chicos! Dicho esto, la sensación de incertidumbre y falta de seguridad me pone en un terrible estado de inquietud emocional. No es un lugar en el que me guste estar.
Tengo amigos con niños de la misma edad. Sabemos que los adolescentes a esta edad están experimentando muchos tipos de cambios físicos y mentales; agregar cambios ambientales puede resultar en estrés adicional. Tres de las cinco mamás estuvieron de acuerdo en que en el último año nuestros adolescentes se sintieron demasiado irritables,con estados de ánimo ansiosos. Lo atribuímos al encierro, la falta de socialización, la falta de actividad física en algunos casos y todas las cosas malas que trajo la pandemia. Como padres sabemos que todo esto les ha afectado. Ningún estudiante debería estar preocupado, estresado o ansioso por este regreso a clases. Creo que todos los estudiantes deben concentrarse únicamente en sus estudios y disfrutar aprender para su futuro.
No soy perfecta como madre, pero me considero valiente y enfocada en cómo crío a mi familia, recibiendo buenos consejos de personas que me guían para seguir mejorando cada día. También cuento con el apoyo de mi esposo para criar a nuestros hijos. Aunque hago todo lo posible por no mostrar incertidumbre y nerviosismo a mis hijos, ellos me conocen demasiado bien y me dicen, “todo estará bien mamá”.
Cuando tenemos nuestras pláticas familiares de cómo nos adaptamos a los cambios que se avecinan, les recuerdo que tener tolerancia será de gran ayuda y sentir empatía hacia los demás nos ayudará a entender que hay familias que han pasado por situaciones muy difíciles. Algunas familias han experimentado la pérdida de miembros de la familia. Sin embargo, todos estamos en el mismo barco y solo siendo solidarios y sensibles a la situación de los demás podremos salir más fuertes de esta horrible pandemia. Obedecer las nuevas reglas en la escuela también juega un papel muy importante. Al final de estas charlas familiares, me doy cuenta de que cada vez aprendo más de mis hijos. Han sido y seguirán siendo mis mejores maestros de vida. Confío en que juntos como familia superaremos esta situación.
Como madre, te doy algunas recomendaciones:
-Educar a nuestros hijos con empatía y tolerancia hacia los demás será de gran ayuda.
-Hable con sus hijos, permitirles expresar cómo se sienten acerca de este nuevo regreso a clases ayudará.
-Escucha atentamente sus opiniones y comentarios.
-Lo más importante, haz todo lo posible por aclarar todas sus dudas.
Para ustedes, padres tengo estas preguntas:
-¿Cómo se sienten como padres frente a estos cambios?
-¿Cómo te has estado preparando?
-¿Ha tenido conversaciones familiares sobre el regreso a la escuela?
-¿Estás listo para este nuevo año y nuevas reglas?
¡Comparta con nosotros cómo se siente al respecto!