¿Vive en un vecindario con buenas escuelas? Sé que yo, no. Si tú tampoco, ¿a qué extremos llegarías para que tu hijo reciba la mejor educación posible? ¿Vivirías fuera de tu auto si tuvieras que hacerlo?
La familia Vargas en Pensilvania, no es la primera familia obligada a tomar medidas extremas para garantizar que sus hijos asistan a una buena escuela. En el caso de la familia Vargas, sus tres hijos adolescentes asisten a la escuela en un código postal próspero en el que los padres no pueden vivir, pero están trabajando para poder pagar algún día. Los niños han estado durmiendo en el SUV Hyundai de sus padres en el estacionamiento de un centro comercial Walmart. Ambos padres están actualmente empleados y trabajan en turnos de noche.
Para ser claros, estos niños asisten a una escuela pública. Toda la situación es desgarradora. Solo considere su versión (y la de muchos otros padres) del sueño americano…
“Vargas y Alex están trabajando para reunir suficiente dinero para su versión del sueño americano: acostar a sus hijos en una casa, no en la parte de atrás de una camioneta, y una casa cerca de las escuelas en las que confían para enseñar a sus hijos”.
¿Cómo llegamos aquí? ¿Por qué la educación es tan desigual? Vivimos en un país que permite que las escuelas sean tan diferentes de un bloque a otro. Desafortunadamente, la historia de la familia Vargas no es única. Padres de todo el país han sido criminalizados por usar la dirección de familiares o amigos para que sus hijos ingresen a mejores escuelas que las de su vecindario.
Comadres,¿qué opinan? ¿Debería ser tan difícil obtener una buena educación para sus hijos?