Crecer en la universidad no se consideraba accesible para mi familia, sino más bien como una inversión y una iniciativa que surgían al depender de becas y préstamos. La universidad a menudo se promociona como una forma para que las comunidades de bajos ingresos aseguren una movilidad económica ascendente. Sin embargo,en un estado con precios de vivienda altísimos como California, ese sueño puede parecer más una imposibilidad. Un artículo reciente en The Guardian, expone el aumento de los estudiantes universitarios de bajos ingresos de California que viven en automóviles, refugios e incluso en las calles:
“El aumento del costo de la renta es una lucha para los estudiantes en cada parte del sistema educativo de California, incluso en las escuelas públicas. Universidades con dotaciones multimillonarias: en una encuesta de 2017 realizada por la Universidad de California, Berkeley, alrededor del 10 % de los estudiantes,incluido el 20 % de los estudiantes de posdoctorado, dijeron que se habían quedado sin hogar.
Pero la crisis golpea con más fuerza a los colegios comunitarios de California, que inscriben a casi 2 millones de estudiantes cada año, lo que los convierte en el sistema de educación superior más grande del país. Los colegios comunitarios se ofrecen a sí mismos como el camino hacia carreras mejor pagadas y más estables,particularmente para los estudiantes que provienen de familias sin muchos recursos financieros. Pero la última encuesta estatal, publicada en 2019, encontró que el 19 % de los estudiantes de colegios comunitarios de California se habían quedado sin hogar en el último año y el 60 % había experimentado algún tipo de inseguridad en la vivienda. Los estudiantes afroamericanos, los estudiantes indígenas y los estudiantes LGBTQ, especialmente los estudiantes transgénero, corrían un mayor riesgo de inseguridad de vivienda que sus parejas”
Desafortunadamente, como señala el artículo, los desafíos económicos afectan más a las comunidades BIPOC. ¿Cómo pueden nuestras comunidades dar la bienvenida a la próxima generación de médicos, artistas, ingenieros y abogados cuando muchos de ellos ni siquiera pueden pagar un lugar para vivir? California necesita garantizar que la vivienda para los estudiantes sea un derecho para todos y no para unos cuantos elegidos.
Adelita Simon